La salud mental de niños y adolescentes también es vulnerable durante el aislamiento

Martes, 26/05/2020
Ante el cierre de escuelas y parques infantiles, sin acceso a actividades grupales y espacios de socialización como el del recreo, las restricción de las actividades al aire libre y el miedo a la contaminación de sus familiares, los niños y niñas pueden manifestar malestar emocional.
El Espectador

Los niños y niñas también son vulnerables al confinamiento. La falta de actividad física y de socialización que antes se vivía en las jornadas escolares dejó un vacío en la estabilidad de los menores. Según los expertos, es apenas normal, que con el tiempo ellos empiecen a experimentar estrés, retraimiento, enojo o agitación por la situación sin precedentes a la que se enfrentan. Y, en consecuencia, solicitarán más tiempo y atención para poder expresar sanamente esas emociones.

“Tras largos periodos de aislamiento preventivo, los niños y niñas pueden presentar aburrimiento y desgano que se puede convertir en indiferencia, preocupación constante por saber cuándo se acabará el aislamiento preventivo, temor ante el contacto con personas y elementos que están fuera de casa, en los parques por ejemplo; esto hace que los niños y niñas frecuentemente estén preguntando si pueden o no hacer determinadas cosas que antes eran naturales en su exploración y juego, lo que puede implicar restricciones en su autonomía”, explicó Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles de Ministerio de Salud.

Bautista también señaló que los más pequeños podrían presentar dificultades para identificar la noción de peligro o para entender una situación de frustración ante el aislamiento preventivo obligatorio. “La evidencia muestra que para los niños y niñas, la violencia y la vulnerabilidad se incrementa durante el tiempo de cierre de escuelas por la emergencia sanitaria, más aún si a eso se le suman el hacinamiento en casa, la convivencia junto con sus agresores y otras situaciones que pueden poner en peligro su integridad”, sostuvo.

Algunas de las recomendaciones dadas por el Ministerio de Salud a los responsables de los niños u niñas son:

  • Mantener una comunicación constante con el niño o niña. Esto les ayudará a sentirse más seguros, acompañados y a reducir sus miedos.
  • Esté atento(a) y observe si el niño o la niña presenta nuevas reacciones o cambios en el comportamiento posterior a la salida de algunos integrantes de la familia.
  • Recordarles, constantemente, que esta es una situación transitoria que durará hasta que el riesgo haya bajado.
  • Establecer rutinas de actividades cortas, variadas e interactivas.
  • En un lenguaje sencillo explicar las razones de estas nuevas prácticas y el para qué. Hacerles saber que los elementos y prácticas protegen su salud y la de las demás personas de la familia.
  • Es importante que los adultos acompañen a los niños durante la exposición a medios de comunicación.

Algunas recomendaciones para los adolescentes:

  • Reconozca las emociones que le genera esta nueva situación, acéptelas y converse sobre ellas con una persona adulta de confianza, o si prefiere, escriba sobre ello.
  • Reestructure sus planes y rutinas cotidiana e incorporé algunas actividades que venía realizando la persona que debe salir a laborar y que usted puede realizar de acuerdo con su edad.
  • Recuerde que puede hacer del aislamiento preventivo un tiempo creativo y productivo.
  • Establezca y acuerde sus rutinas y espacios con los demás personas integrantes de la familia.
  • Los padres y cuidadores deben recordar respetar su intimidad y generar una relación de confianza en la que el diálogo sea protagonista.

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