Melinda J. Gooderham: “Las terapias actuales en psoriasis buscan tratar al paciente como un todo”

Jueves, 12/07/2018
La dermatóloga y profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Queen, Canadá, comenta que actualmente se revisan las comorbilidades asociadas a la enfermedad, como algunos problemas inflamatorios relacionados como artritis y enfermedad inflamatoria intestinal.
Cristián Yáñez W.

Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su último reporte sobre la psoriasis (2016), dicha enfermedad tiene una prevalencia en el mundo que varía entre un 2 y un 3% del total de la población. Esto equivale a 125 millones de personas con este mal.

La enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta a la piel, es descrita por la OMS como "una enfermedad crónica, no contagiosa, dolorosa, desfigurante e incapacitante para la que no hay cura". La psoriasis moderada a grave es difícil de tratar, por la variable respuesta clínica y los efectos adversos del tratamiento sistémico convencional, que no trae resultados satisfactorios para los pacientes.

Es por esto que la intervención temprana con terapias biológicas mejora la calidad de vida de quienes la padecen, donde se utilizan sustancias naturales o elaboradas en el laboratorio que van destinadas a incrementar, dirigir o restaurar las defensas naturales del organismo, contra procesos autoinmunes como la psoriasis.

La Dra. Melinda J. Gooderham, médico dermatóloga y profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Queen, Canadá, indica que la intervención temprana es muy importante, ya que la enfermedad tiene un impacto acumulativo en el tiempo. “Si uno desarrolla la psoriasis cuando es joven, puede afectar actividades diarias como si el paciente puede o no asistir a la universidad, casarse o no, entre otras. Queremos llegar a la población más joven, porque si podemos tratar la psoriasis desde temprano, podemos sanar la piel y cambiar la trayectoria de su vida”, comenta.

La especialista indica además que hoy existe un nuevo paradigma para el combate de dicha enfermedad.

- ¿En qué consiste este cambio de paradigma en el tratamiento para la psoriasis?

- Lo principal es poder pasar a terapias más enfocadas en la eficiencia de los agentes y bajar los riesgos de los efectos colaterales. También estamos revisando algunas comorbilidades asociadas a la psoriasis, como solucionar algunos problemas inflamatorios asociados como artritis y enfermedad inflamatoria intestinal. Las terapias actuales están buscando abordar todo esto y tratar al paciente como un todo.

- ¿Qué papel juegan dentro de estos tratamientos las terapias biológicas?

- Estamos aprendiendo que la interleukina (IL) 23 es el regulador principal, entonces descubrimos que está presente en la piel, en el intestino y en las articulaciones inflamadas, que tiene un rol fundamental en la patogénesis de la psoriasis, en la enfermedad inflamatoria intestinal y la artritis psoriática.

- ¿Cómo funciona la terapia biológica?

- Hay un gatillo en el sistema inmune innato, ya sea en la piel o en el intestino, donde también hay producción de interleukina 23, y esto impulsa la diferenciación de la célula T al subtipo TH17, que es pro-inflamatoria. La terapia biológica puede actuar en múltiples pasos de esta cascada, inhibiendo diferentes pasos de la misma, todos involucrados en la inflamación de la piel.

- ¿Cuáles son los beneficios de este tipo de terapias?

- El beneficio principal es que se reducen los efectos que no tienen que ver con el objetivo o blanco terapéutico, entonces no se bloquean partes del sistema inmune que no se quiere bloquear, mejorando la seguridad y eficacia a largo plazo. Desde la perspectiva del paciente, esto significa mayor eficiencia y también más seguridad, incluso menos inyecciones si se bloquea la IL23, mejorando por consiguiente su calidad de vida. Para los médicos tratantes hace que el paciente esté mejor, mejora la frecuencia del tratamiento, utilizando menor frecuencia de dosis y disminuyendo las visitas al médico. También se pueden tratar algunas comorbilidades con un solo tipo de medicamento, lo cual no es menor, ya que las enfermedades autoinmunes se asocian entre sí.

- ¿El tratamiento biológico es complementario o puede usarse como única terapia?

- Los dermatólogos en general usamos la monoterapia, al contrario de los gastroenterólogos, que usan más terapias combinadas. Los dermatólogos partimos con la monoterapia y agregamos algo más sólo cuando es necesario, para optimizar la respuesta, como productos tópicos, fototerapia o algún medicamento oral.

- ¿Por qué la psoriasis genera esta alta carga en pacientes y familias?

- Más allá de la afección de la piel, que puede ser estigmatizante para los pacientes, afectando su relación con otros, sus actividades diarias; hay evidencia que la psoriasis provoca la inflamación crónica en el cuerpo y que está asociada a ansiedad, depresión, incluso llevar al suicidio. También hay otras comorbilidades relacionadas como la artritis, capaces de afectar la capacidad de trabajar. En ese sentido, puede tener además un impacto muy negativo sobre la familia.

- ¿Cuál es el futuro en el tratamiento de la psoriasis?

- Creo que en este punto, el futuro es la terapia biológica con inhibidores de interleukina 23, porque encontramos en vínculo entre la piel, las articulaciones y los intestinos. Esta es un área en la cual hay que seguir avanzado, como también la del microbioma, por lo que sabemos, el microbioma que está en el intestino, puede impulsar la producción de la interleukina 23.

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