Sandra Miasnik: "La incontinencia aún es un tema tabú"

Jueves, 12/10/2017
La ginecóloga de Plenitud asegura que las cifras de prevalencia de la enfermedad no están tan claras por ignorar los síntomas como un problema o por vergüenza.
Juan Toro / Cluster Salud

Hay problemas de los que un paciente prefiere no hablar. Más aún, quizás prefieren no asumirlos como problemas y pensar que son situaciones normales. Entre estas categorías, envuelta en vergüenza y mitos, suele estar la incontinencia urinaria

Sandra Miasnik, médica ginecóloga de la marca Plenitud, explica que la incontinencia urinaria puede presentarse en mujeres y hombres a cualquier edad de la adultez, sin embargo es más frecuente que ocurra en las mujeres en la franja etaria de entre los 40 y 60 años, para luego equiparar su prevalencia en ambos sexos a partir de los 65 años.

Aunque se suele asumir que la enfermedad solo afecta a los adultos mayores, Miasnik llama a desmitificar esto: “Las pérdidas de orina se pueden originar por diferentes motivos y a diferentes edades. Por ejemplo, durante y después del embarazo algunas mujeres pueden sufrir pérdidas de orina”. Asegura que hasta el día de hoy, hay mujeres que piensan que pequeños escapes de orina al hacer esfuerzos son normales.

Debido a esto, según Miasnik, existe un gran sub-registro de quienes sufren incontinencia urinaria, por lo que de un estudio a otro, los datos sobre prevalencia suelen variar mucho. En líneas generales, se estima que entre un 20 a un 30% de la población general la presentará en algún momento de su vida, aumentando esta incidencia a un 40% en mayores de 65 años.

-¿Cómo afecta esta enfermedad la calidad de vida de las personas?

-Quienes conviven con incontinencia urinaria ven dañada su autoestima; sintiendo pérdida de control, y tendencia al aislamiento y humillación. Quienes la sufren, no suelen compartir este problema con su entorno y en su mayoría, modifican hábitos sociales: salen menos, limitan su actividad física, y disminuyen la frecuencia de sus viajes, entre otras acciones.

Esos sentimientos negativos se traducen en que la mayoría de las afectadas siente vergüenza de pedir ayuda, y se quedan sin obtener alguna solución que le permita mejorar su calidad de vida: el principal temor no es la incontinencia en sí, sino que pueda ser descubierta por otros, lo que genera un progresivo aislamiento.

-¿Existe alguna forma de prevenir la enfermedad?

-Es importante destacar esto, ya que la mayoría de las personas que se acercan a los especialistas, lo hacen cuando la incontinencia ya está instalada.

La incontinencia de esfuerzo que es la más frecuente en las mujeres y se produce por el debilitamiento de los músculos que sostienen a la vejiga, puede prevenirse con la ejercitación de la musculatura.

Existen diversos ejercicios y entrenamientos como los de Kegel y biofeedback, entre otros, que las mujeres pueden realizar, especialmente antes, durante y después del embarazo para fortalecer la musculatura del suelo pélvico. Para esto, existen kinesiólogos especializados entrenados para ayudar a corregir y/o a prevenir la incontinencia.

Agrega que hoy es necesario un trabajo conjunto, involucrando a diversos actores, para trabajar en la concientización de esta temática, romper con los tabúes y educar a la población: “La divulgación es fundamental para trabajar en temáticas tan sensibles como ésta, desmitificar y entender que no hay porqué resignarse y acostumbrarse a vivir con incontinencia, y con la alteración de la calidad de vida que esto conlleva, e informar para que se pueda hablar de ella sin vergüenza ni miedo a ser señalado”.

-¿Por qué cree que el tema es poco abordado hoy en día?

-Lamentablemente, la incontinencia aún es un tema tabú. Sin embargo, es una molestia que se puede tratar y tiene solución, por lo que hablar de ella y visitar al médico especialista contribuye a bajar barreras y mejorar la calidad de vida. El hecho de que la incontinencia no se vea, ni se hable de ella fomenta el desconocimiento respecto de esta condición que es más común de lo que se cree.

-¿En qué consiste hoy el tratamiento para la incontinencia urinaria?

-Existen diferentes alternativas terapéuticas efectivas y su indicación dependerá en primera instancia de que el médico identifique cuál es el tipo de incontinencia a tratar, ya sea incontinencia de esfuerzo, de urgencia o mixta.

Los tratamientos de primera línea tienen que ver con modificaciones de algunos hábitos, realización de ejercicios específicos, cambios en la dieta, etc. Si esto no funciona, puede recurrirse a algunos fármacos y eventualmente a la cirugía en los casos en que la incontinencia sea de esfuerzo.

-¿Cuál es la expectativa de los pacientes con esta enfermedad en cuanto a curas totales?

-Es necesario aclarar que la efectividad de las terapias dependerá de varias cuestiones entre ellas, a mi entender la más importante, la constancia en la adherencia al tratamiento ya que si bien una vez instaurada la terapia adecuada los resultados se pueden ver en un corto plazo, el mantenimiento será por un período prolongado. En algunos casos se puede lograr la remisión completa de las pérdidas y en otros, pueden reducirse las molestias.

Miasnik destaca que también existen herramientas paliativas mientras la persona está en tratamiento “que permiten mantener la actividad habitual y no restringirla por temor a que sobrevenga una pérdida urinaria en público”. Pero sobre todo, destaca la necesidad de hablar del tema para que más gente pueda enfrentarlo.

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