Así puede salvar vidas la conectividad
Muchos españoles tienen grabado en la retina el momento en el que Antonio Puerta, jugador del Sevilla F.C. y de la selección española de fútbol, se desvanecía en un partido contra el Getafe al comenzar la Liga 2007/2008. Una parada cardiorrespiratoria que finalmente acabó con su vida. A raíz de este suceso se comenzó a oír hablar de qué era un desfibrilador.
La muerte súbita cardíaca es un problema que afecta a entre 20.000 y 30.000 personas al año en España. No se conocen a ciencia cierta las razones por las que se produce, pero sí sabemos que, en caso de una parada cardiorrespiratoria, el uso de un desfibrilador en los primeros minutos multiplica las posibilidades de superarla sin secuelas importantes.
El día en que Mariano volvió a nacer
El 16 de abril de 2016, Mariano, como cada día, estaba jugando al tenis en las pistas de polideportivo de Valdebernardo, en Madrid. Pero ese día no iba a ser uno más: “Estaba jugando, sentí unos sudores muy fuertes y le dije al compañero que lo iba a dejar porque me estaba sintiendo mal. En ese momento me caí redondo al suelo”.
Uno de los técnicos del polideportivo presenció el suceso y rápidamente avisó por el walkie al entonces responsable de la instalación, Félix Aguado: “Recibí un aviso de que una persona se había desvanecido en la pista de tenis. Salimos corriendo porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y yo llevaba la tarjeta que activa la apertura del desfibrilador de la columna de rescate. Se la entregué a un compañero para que sacara el desfibrilador, por si era necesario, y cuando llegamos a la pista, Mariano estaba inconsciente. Por mi cabeza pasó el peor de los panoramas, que es lo que al final se produjo. Cuando hablamos con el SAMUR, supimos que era una parada cardiorrespiratoria. Afortunadamente, activamos todo el sistema de emergencias que teníamos protocolizado y todo funcionó bien. Dentro de este protocolo tuvimos el acierto de llevar el desfibrilador por si era necesario su uso. Ese gesto le salvó la vida a Mariano”.
La columna de rescate cardíaco (CRC)
Al extraer el desfibrilador de una columna de rescate cardíaco, esta lanza automáticamente una llamada al servicio de emergencia local, en este caso el SAMUR de Madrid, que recibe un aviso sobre la posibilidad de que se haya producido una parada cardiorrespiratoria. El protocolo del SAMUR en ese momento es enviar rápidamente una ambulancia de soporte vital avanzado y ponerse en contacto con la persona responsable de esa columna.
Justo Sánchez era el técnico de emergencias del SAMUR que recibió el aviso aquel día: “Nos entró una carta de que habían quitado el desfibrilador de la columna de rescate del polideportivo y rápidamente nos pusimos en contacto con el responsables del esa columna, que en este caso era Félix. Empezamos a hacerle las preguntas que hacemos siempre para saber si es una parada cardiorrespiratoria: si respiraba, si tenía pulso… Félix nos dijo que creía que respiraba, pero que no muy bien. Entonces le hicimos la pregunta clave, que es si boqueaba como un pez, y nos dijo que sí”.
Mientras llegaba la ambulancia, Justo recomendó a Félix encender el desfibrilador y colocar los electrodos en el pecho de Mariano. El DESA (Desfibrilador Semiautomático) detectó que había una desfibrilación y recomendó hacer una descarga.
“Le dije que hiciera la descarga como le indicaba el desfibrilador y que hiciera una RCP (reanimación cardiopulmonar) durante dos minutos. Fue entonces cuando el DESA volvió a analizar la situación y ya no recomendó una nueva descarga, con lo cual solo podían pasar dos cosas: que estuviera en un ritmo no desfibrilable o que estuviera saliendo de la parada. Entonces Félix comprobó el pulso y Mariano ya lo había recuperado. A los dos minutos incluso había abierto los ojos y cuando llegó la ambulancia estaba consciente”.
“Sin ninguna duda, a Mariano –prosigue Justo- le salvó la vida que Félix y los empleados del polideportivo se dieran cuenta de que algo grave estaba pasando, sin ser sanitarios, y actuaran con tanta celeridad”. “Yo al desfibrilador le debo todo: que ahora mismo pueda estar aquí, pueda estar jugando al tenis y hacer mi vida casi normal sin ningún tipo de secuela. Bueno y a Félix y a los demás compañeros, que actuaron tan rápido”, cuenta Mariano, raqueta en mano.
Cinco minutos de oro para la desfibrilación
Cuando se produce una parada cardiorrespiratoria, la premura es fundamental: cada minuto que pasa se pierde un 10% de posibilidades de recuperación. Y cuanto más rápido se actúe, más probabilidades hay de que no se produzcan secuelas. “Los cinco minutos de oro” es lo que se conoce como el tiempo óptimo para aplicar una descarga con un DESA.
“Si tuviéramos un desfibrilador para atender cualquier parada en menos de 5 minutos, habría unos porcentajes altísimos de sacar adelante paradas cardiorrespiratorias. Se estima que el porcentaje de éxito estaría en torno al 70%, cuando actualmente sólo un 3% de estas paradas son revertidas. Es muy importante que se actúe con celeridad porque es una patología absolutamente tiempodependiente”, señala Justo, que añade: “Que las columnas de rescate cardíaco estén a disposición del ciudadano de a pie hace posible atender al paciente, siempre con nuestra ayuda telefónica, en el tiempo en que la ambulancia va de camino. No dependemos de que la ambulancia llegue para empezar a actuar”.
Un servicio integral de cardioprotección
En su afán por trasladar los beneficios de la conectividad a todos los ámbitos de la vida, en 2005 Telefónica puso en marcha el servicio de cardioprotección más avanzado que existe en la actualidad. Los espacios que se han sumado al proyecto están certificados como cardioprotegidos y están monitorizados por la red de gestión de Telefónica, quien se encarga, una vez activado el sistema de alarma local, de transferir la llamada a los servicios de emergencia. Mientras estos llegan, el personal no sanitario pero formado en desfibrilación se hace cargo del desfibrilador semiautomático.
Este innovador servicio de e-Health de Telefónica introduce un nuevo concepto de prevención en materia de sanidad, destinado a impulsar el acceso público a la desfibrilación como principio fundamental para mantener la cadena de supervivencia de las personas que sufren un paro cardíaco.
Sergio Fernández es Jefe del Área de Cardioprotección de Telefónica e-Health España: “Lo que Telefónica quiere es aportar su granito de arena a la sociedad, ayudar a salvar vidas, y para ello nada mejor que las tecnologías, con nuestras plataformas de IoT y m2m, que van a permitir que la llamada llegue lo antes posible a los servicios de emergencia. En definitiva, lo que se pretende es que esa cadena de supervivencia tenga éxito y se acorte el tiempo de respuesta”.
“El valor que aportamos con nuestro sistema integral de cardioprotección –prosigue Sergio- es que, por un lado, cuando se extrae un desfibrilador, se produce automáticamente esa llamada al 112 con información sobre la ubicación del equipo, la persona de contacto, por dónde tiene que acceder la ambulancia… en definitiva, información vital para los sanitarios que van a atender esa emergencia. Por otro lado, ofrecemos equipos con un total mantenimiento tanto correctivo como preventivo. Tenemos una red nacional de desfibriladores monitorizados permanentemente: sabemos su estado, su temperatura, la fecha de caducidad de los electrodos, de las baterías, etc. Por último, ofrecemos formación contínua a las personas que trabajan con el desfibrilador. Esta formación es fundamental, ya que estas personas, que van a ser los futuros intervinientes ante una emergencia, tendrán los conocimientos básicos para realizar una RCP (reanimación cardiopulmonar) y manejar un desfibrilador”.
Un instrumento seguro
Los desfibriladores son equipos muy sencillos de utilizar. Llevan grabada una locución que, de manera clara, va indicando cómo y dónde colocar los electrodos y en qué momento y de qué manera activar una descarga.
“Hay que dejar muy claro que un desfibrilador nunca va a hacer daño a una persona sana, sólo va a actuar si hay una desfibrilación; si es otro tipo de patología, nunca va a dar una descarga”, aclara Sergio.
Félix corrobora estas palabras: “No es difícil usarlo. Tú vas siguiendo las pautas que te va marcando la locución. En esos momentos tienes un bombardeo de pensamientos y de sensaciones. Cuando el desfibrilador te dice que aconseja la descarga adquieres plena conciencia de que efectivamente esa persona está con una parada cardiorrespiratoria. Por eso es tan importante haber recibido una formación en su uso, porque por un lado te acercas al desfibrilador sin miedo, sabiendo que no hay posibilidad de cometer un error, ya que solo va a actuar cuando haga un screening de la persona accidentada y vea que es necesario hacer la descarga. Y por otro lado, tener esos conocimientos facilita que puedas pensar con más claridad y rapidez y recordar qué pasos tienes que seguir en un momento tan crítico. Todo lo que sea ahorrar tiempo en ese proceso es facilitar la vida”.
Tecnología que salva vidas y une personas
La muerte súbita cardíaca afecta a todo tipo de personas, independientemente de la edad o el sexo. No se saben con certeza las causas que la provocan, pero suele estar asociada a un fallo de las células eléctricas del corazón. Es un movimiento caótico y arrítmico de este órgano, pero es reversible. Con una descarga eléctrica se consigue la desfibrilación y el corazón puede volver a su latido normal.
Justo, como profesional sanitario, ve en las columnas de rescate cardíaco un aliado perfecto para los servicios de emergencia: “La tecnología y las columnas de rescate cardíaco son básicas para poder salvar vidas, porque lo que permiten es disminuir el tiempo de respuesta que se le da a un paciente en una patología tan tiempodependiente como es la parada cardiorrespiratoria. Si dispusiéramos de más columnas de rescate, seguramente hablaríamos de muchos menos fallecimientos”.
Por su parte, Sergio reflexiona: “Los avances tecnológicos han permitido que cualquier persona pueda usar un DESA. Estos equipos ya funcionan de manera semiautomática y lo que hemos hecho es empoderar a los ciudadanos para poder salvar vidas. Ahora cualquier persona puede estar capacitada para ayudar a su prójimo”, como es la parada cardiorrespiratoria. Si dispusiéramos de más columnas de rescate, seguramente hablaríamos de muchos menos fallecimientos”.
“La sensación de haber salvado una vida es una sensación muy buena, te hace sentir muy bien. Lo mejor de todo es que Mariano ha recuperado su rutina en un plano de normalidad. Está haciendo su vida sin ningún tipo de secuela grave. Cuando me encuentro con él, revivo todo y me siento muy bien. Aunque, bueno, él siempre se está quejando de que a veces no puede jugar al tenis porque le duele una rodilla. Y la verdad es que me alegro mucho de que esa sea la causa”, concluye Félix con una sonrisa.
Por su parte, Mariano ha vuelto a jugar al tenis, como cada mañana. Y lo hace en la misma pista en la que ocurrió todo. “Sí, a veces pienso que he vuelto a nacer, en ciertos aspectos, sí. Pero bueno, yo en realidad sigo mi vida normal. Es un incidente que ha pasado y yo trato de sobrellevarlo lo mejor posible. Con Félix ahora me une un afecto que no voy a olvidar mientras viva, porque gracias a él, y a los otros compañeros del polideportivo, hoy puedo estar aquí”.
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