¿Ayudan las técnicas de estimulación cerebral a mejorar la capacidad cognitiva?
Hoy en día se especula sobre la posibilidad de mejorar la cognición humana interviniendo directamente sobre el cerebro. De hecho, con la tecnología actual es posible influir en el funcionamiento habitual del cerebro utilizando técnicas de estimulación no invasivas que pueden facilitar o impedir el funcionamiento de ciertas regiones, sin infligir ningún daño permanente en las personas que se exponen a estos procedimientos.
Algunas de estas técnicas requieren aparatos relativamente sofisticados y caros. Otras, por el contrario, son relativamente económicas y de fácil aplicación. Este es el caso de la llamada estimulación transcraneal con corriente directa, o tDCS (por sus siglas en inglés), que consiste en hacer pasar una pequeña cantidad de corriente eléctrica a través de electrodos colocados directamente sobre el cuero cabelludo.
Los efectos de pasar una pequeña cantidad de corriente eléctrica a través de electrodos colocados directamente sobre el cuero cabelludo no son estadísticamente significativos
En las últimas dos décadas se han publicado numerosos trabajos que ponen a prueba la manera como cambian diferentes procesos mentales cuando diferentes regiones del cerebro se exponen a tDCS. Sorprendentemente, algunos de estos estudios han encontrado que esta técnica puede tener efectos beneficiosos sobre ciertos procesos cognitivos.
Ahora, en un trabajo publicado en la revista Brain Stimulation, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Kingston University (UK), la Universidad de Essex (UK) y la Escuela Superior de Economía de Moscú (Rusia) han demostrado que, cuando se integran los resultados de todos los estudios que han investigado los efectos de la tDCS sobre la memoria episódica, los efectos de esta técnica no son estadísticamente significativos.
“Dicho de otra manera, aunque algunos estudios individuales han arrojado resultados positivos, en principio estos resultados podrían deberse íntegramente al azar”, explica Miguel Vadillo, coautor del trabajo e investigador de la UAM.
“Además —añade el investigador— los resultados de estos estudios muestran una distribución anómala que sugiere que podrían realizarse estudios adicionales con resultados negativos pero que nunca habrían llegado a publicarse en revistas científicas, y que, por tanto, permanecen ocultos para la comunidad científica”.
¿Neurodopaje?
Otro metaanálisis similar, publicado en la misma revista por investigadores de la UAM y de la Universidad de Granada, sugiere que también pueden haberse exagerado los efectos de la tDCS sobre el rendimiento físico de los deportistas.
Según los autores, este último resultado reviste especial importancia ya que, a pesar de la escasa evidencia disponible, son varias las empresas que se han lanzado a comercializar dispositivos de estimulación cerebral dirigidos a aumentar la fuerza o resistencia de los deportistas. Tanto así que se ha llegado a utilizar el calificativo de neurodopaje para referirse al uso de este tipo de aparatos.
“Es cierto que existen estudios individuales que han encontrado un efecto positivo de la tDCS sobre el rendimiento físico, pero los meta-análisis de toda la evidencia disponibles sugieren que, si acaso, estos efectos deben ser mucho más pequeños de lo que se pensaba, y que seguramente están inflados por la publicación selectiva de unos pocos estudios con resultados especialmente prometedores”, concluye Vadillo.
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