Cómo un implante cambia la vida de los niños con epilepsia
Gracias a un microprocesador de titanio y silicona que se implanta debajo de la piel a la altura de la clavícula, la persona que sufre de epilepsia refractaria (o fármacorresistente) puede reducir en número e intensidad las crisis que padece mejorando así su calidad de vida y la de su familia.
Marco Mejía Tupa, médico neurocirujano de Essalud y máster en neurociencias, explicó que el pequeño artefacto electrónico funciona a pilas, y produce un estímulo eléctrico intermitente a través del nervio vago desde el cuello hacia el cerebro inhibiendo o frenando algunas descargas anormales.
Este implante o estimulador del nervio vago, como se le conoce, es un tipo de cirugía paliativa que se aplica a los pacientes que sufren crisis complejas que no lograron controlar la enfermedad ni con el uso de tres tipos de fármacos diferentes, comentó a la Agencia Andina.
“El implante es como un marcapaso cerebral, un tipo de cirugía paliativa para personas con epilepsia fármacorresistente. Controla el 8% de la crisis, pero en disminuye el número e intensidad de ella en un 50%”, precisó.
Esta cirugía paliativa se aplica principalmente a niños y niñas que sufren del síndrome de Lennox, que es un tipo de epilepsia infantil de difícil manejo pues aparecen crisis múltiples y bilaterales que no se pueden controlar con medicamentos.
Se calcula que solo el 50% de los casos de epilepsia se controla con un fármaco. El 12% adicional con otro tipo de medicamento y un 4% más con un fármaco diferente. El resto se trata con cirugías pues presentó epilepsia refractaria, precisó el galeno.
Cirugías que cambian vidas
Mejía Tupa señaló que el paciente al que se le prescribe cirugía necesita una evaluación multidisciplinaria: neurológica (niños y adultos) neuropsicológica (para medir el funcionamiento intelectual, cognitivo y de lenguaje) y de resonancia (para ver imágenes).
Además, se le practica una tomografía (funcional que explica el metabolismo del cerebro) y por medio de un video encefalograma los médicos oobservan en tiempo real dónde, cuándo y cómo empiezan las descargas eléctricas.
La junta médica analiza la información para establecer si es fármacorresistente o si las convulsiones tienen un solo origen en el cerebro o más: si es unifocal o multifocal. Para el primer caso la cirugía retira el tejido que causa las crisis eléctricas sin dañar la función cerebral.
“Esta operación se denomina hemisferectomía funcional y en el hospital Guillermo Almenara la hemos realizado en ocho pacientes con buenos resultados. La epilepsia unifocal se cura con cirugía. Cura el 50% y un 20% adicional que disminuye la frecuencia de las crisis”, refirió.
Si el origen es multifocal, en cambio, las crisis se dan en un solo hemisferio o en ambos. Si ocurre en los dos, se usa cirugía paliativa: intervención quirúrgica que reduce el número y frecuencia de las crisis atónicas, cuando el paciente se desploma súbitamente.
“No una sino más de dos veces, y cae de cabeza. Se hace una operación microquirúrgica llamada callosotomía pues se interviene el cuerpo calloso que une los dos hemisferios del cerebro para evitar que pierda el conocimiento.”
El cirujano recomendó a las familias aseguradas de Essalud acudir a un neurólogo en caso tuvieran sospechas que su familiar tuviera epilepsia.
Si es positivo el diagnóstico y al tercer tipo de fármaco no controla las crisis es mejor que visite un centro donde brinde atención en caso de epilepsia refractaria.
Sobre la epilepsia
La epilepsia es un conjunto de descargas eléctricas anormales que se producen en el cerebro alterando su funcionamiento. Pueden ser provocadas por hemorragias, infecciones, tumor, inflamación en el cerebro o alteración de la estructura cerebral (displasia).
En los recién nacidos puede aparecer por sufrimiento durante el parto, alteración del parto normal o cesárea.
Las convulsiones ocurren por problemas de enzimas o crisis. En este caso, se habla de la ocurrencia de dos convulsiones seguidas con un intervalo de 24 horas. A su vez estas pueden ser parciales (convulsionan la mano, cara o pie) o complejas generalizadas que se presentan hasta con pérdida de conocimiento. Son las estigmatizadas.
En el Perú existe epilepsia por tuberculosis cerebral y por cisticercosis (comer carne de cerdo mal cocida infectada con tenia).
La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica, la más frecuente en el mundo, después de la cefalea, la migraña clásica, dolor de cabeza; y llega a afectar al 1% de la población. En Perú unas 300,000 personas padecerían con epilepsia en estos momentos.
Comentarios