Expertos publican ranking de la eficacia de filtración de las mascarillas

Miércoles, 19/08/2020
Los datos muestran que las máscaras N95 esterilizadas y reutilizadas y las máscaras N95 muy caducadas conservan su eficacia para proteger a los trabajadores de la salud de la infección por COVID-19.
Europa Press

Expertos en prevención de infecciones en el Centro Médico de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Estados Unidos, han publicado un ranking de la eficacia de filtración de las mascarillas tras reunir evidencia sobre la eficiencia de filtración ajustada de docenas de diferentes tipos y modificaciones de mascarillas,desde las esterilizadas para su reutilización, hasta las caducadas, pasando por las más novedosas y las caseras.

Sus datos, publicados en la revista 'JAMA Internal Medicine', muestran que las máscaras N95 esterilizadas y reutilizadas y las máscaras N95 muy caducadas conservan su eficacia para proteger a los trabajadores de la salud de la infección por COVID-19.

Para evaluar la efectividad de la filtración ajustada a la mascarilla, Emily Sickbert-Bennett, directora de Prevención de Infecciones en UNC Medical Center, y sus colegas recurrieron a alguien en quien sabía que podía confiar: su padre, William Bennett, profesor de Medicina que lidera el Laboratorio de Investigación de Aerosoles en el Centro de Medicina Ambiental, Asma y Biología Pulmonar de la UNC (CEMALB).

"Le dije que teníamos dos tipos de máscaras: máscaras N95 usadas, esterilizadas y caducadas, y que necesitábamos saber si ofrecerían una protección segura y eficaz, en caso de que necesitáramos que nuestros compañeros de atención médica las usaran -explica Sickbert-Bennett-. Y dijo que sería posible que su laboratorio los probara y nos proporcionara datos sobre los que basar nuestra toma de decisiones".

A través de un acuerdo de cooperación con el Centro de Estudios Humanos de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, en el campus de la UN donde están los laboratorios de Bennett, el profesor adjunto Phillip Clapp y el investigador asociado Kirby Zeman, se asociaron con el científico investigador de la EPA, James Samet, para medir la fracción de partículas submicrónicas que penetran en el espacio respiratorio de los sujetos que llevan una máscara mientras realizan una serie de tareas que simulan condiciones como el habla y el movimiento durante un turno de trabajo.

Esas pruebas proporcionaron a los líderes de la prevención de infecciones los datos cuantitativos que utilizaron para clasificar las mejores opciones de protección respiratoria para el personal sanitario durante el brote de COVID-19.

Los investigadores encontraron que ciertas máscaras N95, según la clasificación de la Administración del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), brindan una efectividad superior al 95% para evitar que el usuario inhale partículas muy pequeñas en el aire que pueden transportar el SARS-CoV-2 virus que puede causar COVID-19.

Además, estas máscaras conservan tal eficacia muchos años después de la fecha de caducidad y se pueden esterilizar con peróxido de hidrógeno u óxido de etileno sin comprometer su eficacia.

Finalmente, sus procedimientos de filtración ajustados mostraron que las mascarillas quirúrgicas que se atan a la parte posterior de la cabeza eran aproximadamente un 70% efectivas para filtrar las partículas inhaladas, mientras que las mascarillas quirúrgicas que se ajustan a las orejas tenían aproximadamente un 40% de efectividad.

Clapp, coprimer autor, enfatiza que "una de las claves para la protección es lo ceñida que queda una máscara. Una máscara N95 que forma un sello hermético ofrece la prevención óptima de infecciones. Sin embargo, la evidencia de estudios previos sugiere que incluso las máscaras quirúrgicas con una eficiencia menor a 95% también son efectivas para prevenir la adquisición de coronavirus epidémicos.

"Nuestra jerarquía de suministros de mascarillas equivale esencialmente a usar siempre la opción más segura disponible, especialmente para aquellos trabajadores de la salud que atienden a pacientes con COVID-19 -asegura Sickbert-Bennett, coprimera autora del artículo-. Comenzamos con productos de nuestra marca y modelo habituales, luego seguimos con los productos aprobados por CDC-FDA-NIOSH".

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