Gilberto Castillo: “Durante mucho tiempo hubo un enfoque muy glucocéntrico en torno a la diabetes”
La diabetes corresponde a un grupo de enfermedades, caracterizadas por un exceso de azúcar en la sangre. Su tratamiento es complejo y se asocia con otras complicaciones como daño renal, problemas cardíacos, entre otras.
Es por esto que los especialistas están buscando que a la diabetes no sólo se la trate como una enfermedad en particular, sino como un mal que está muy entrelazado con otros. Y uno de los más importantes, tiene que ver con el corazón. Si una persona tiene diabetes tiene mayor riesgo de enfermedad cardíaca relacionada a ésta.
Para 2030, la OMS proyecta que la diabetes será la séptima causa de muertes en el mundo, lo que hace que urjan mayores cuidados para la población, en terapias y prevención. El médico cardiólogo y asesor de la Sociedad Colombiana de Cardiología, Gilberto Castillo, quien participó en Chile del evento ACROSS T2D Sudamérica (Academy for Cardiovascular Risks, Outcomes & Safety Studies in Type 2 Diabetes), explica el cambio de paradigma que existe actualmente y la relevancia de la evaluación cardiológica en la diabetes.
- ¿De qué se trata este paradigma nuevo en torno a la diabetes y la cardiología?
- La diabetes desde hace mucho ha sido siempre entendida como una enfermedad cuyo factor principal es el azúcar y nada más. Entonces durante mucho tiempo hubo un enfoque muy glucocéntrico, es decir, limitarse a la glucosa (al nivel de azúcar en la sangre). Sin embargo, la experiencia de todos estos años nos demostró que cuando uno era muy agresivo y muy estricto en el control del azúcar, evidentemente se lograban mejorar muchas complicaciones de los pacientes diabéticos, pero no todas . Había otras complicaciones que lamentablemente son la principal causa de muerte en los pacientes diabéticos que son las enfermedades cardio cerebrovasculares, que no se impactaban de manera suficientemente importante con el control del azúcar y aprendimos eso. Para poder lograr un muy buen resultado en los pacientes diabéticos no bastaba solamente con tener un muy buen control del azúcar, sino que había que hacer más cosas, había que tener otras estrategias diferentes, que permitieran reducir esas complicaciones cardiovasculares.
- ¿Cómo se comprendió la real importancia de estas afecciones en la diabetes?
- A partir del año 2008 la FDA en EE.UU. exigió para los nuevos medicamentos antidiabéticos estudios de seguridad cardiovascular. Eran simplemente para demostrar que el nuevo medicamento era seguro. Eso era lo único que se pedía, pero estos nuevos estudios nos demostraron como una muy agradable coincidencia, -porque no se buscaba- que los fármacos no solamente eran seguros, sino que además eran mucho más eficaces para reducir esa tasa de complicaciones cardiovasculares. Entonces hoy en día tenemos ya medicamentos para el control de la diabetes que son muy eficaces para disminuir esta tasa en los diabéticos. Por lo tanto, eso ha cambiado el paradigma del tratamiento. Además, antes pensábamos posiblemente que la diabetes era terminal, y terminaba con el paciente con insulina, pero hoy sabemos que la insulina debe ser la última opción, porque tenemos otros fármacos orales o inyectables por vía subcutánea, que nos pueden reducir favorablemente las complicaciones cardiovasculares. Esto llegó a tal punto que ya las guías internacionales de tratamiento de la diabetes, incluyen dentro de las preguntas que el médico debe hacerse, si el paciente ya tiene enfermedad cardiovascular o insuficiencia cardíaca para sugerirle cuál puede ser la mejor terapia que le debe dar.
- ¿El segmento adulto mayor es más propenso a tener diabetes relacionada a problemas cardiovasculares?
- La diabetes tipo 2 es una enfermedad que su prevalencia aumenta con la edad, es decir, entre más población envejecida tengamos, es más probable que haya más casos de diabetes. Y de la mano, se asocia con pacientes que tienen complicaciones cardiovasculares. La gran mayoría de los diabéticos con estas afecciones son mayores de 60 años. Sin embargo, esto no excluye pacientes más jóvenes. También uno de los conceptos que uno tiene más en cuenta es que entre mas años lleve el paciente de evolución de su diabetes, es más probable que tenga complicaciones. es decir, es un efecto acumulativo.
- ¿Hay un componente genético en esta relación o tiene que ver solo en cómo se cuida el paciente?
- Sí, influye la genética, hay un factor hereditario, pero hay otro muy grande, el ambiental, es decir, todo el entorno adicional del paciente. Una persona que tenga papá o mamá diabéticos o los dos padres, tiene una probabilidad mucho más alta de desarrollar la enfermedad en la edad adulta, a diferencia de alguien cuyos padres no la tienen. Sin embargo, si esa persona que tiene riesgo por genética tiene hábitos de vida muy saludables, hace actividad física de manera regular, tiene una alimentación supremanente sana y mantiene su peso dentro de los límites normales, y su presión muy bien controlada, si bien es cierto que puede que la diabetes aparezca, existe evidencia que se puede retardar su aparición. O sea, hay un componente genético, no solamente de la enfermedad cardiovascular sino de la diabetes también como tal.
- ¿Es alta la prevalencia de diabetes en Latinoamérica?
- Nosotros particularmente tenemos una prevalencia alta. La mundial está alrededor del 6%. Sin embargo, existen algunos países latinoamericanos donde está incluso en el 11%. Es decir, es un problema que también se asocia con nuestro nivel socio económico, lo que hace que la alimentación sea especialmente poco saludable, con un consumo muy alto de grasa, y de carbohidratos y azúcares simples. Eso favorece el desarrollo de la obesidad y la obesidad con la diabetes también vienen muy de la mano. Entonces la región particularmente está presentando cada vez más una prevalencia más alta de casos nuevos de diabetes.
- ¿Qué se puede hacer para disminuir el riesgo cardiovascular?
- Hay unos factores de riesgo tradicionales y una tendencia genética que cada persona tiene. Algunas van a tener más riesgo genético que otras, pero contra eso no podemos hacer nada. Lo que podemos hacer es directamente controlar las cosas que se pueden, es decir, los factores de riesgo tradicionales,. Allí están: 1, la diabetes, 2, la hipertensión arterial, 3, los niveles altos de colesterol y 4, el tabaquismo. De los cuatro factores de riesgo grandes, el único que yo sé como paciente si lo tengo o no, es si fumo, el tabaquismo. En cambio para los otros tres tengo que ir donde el médico a que me hagan exámenes. La gran mayoría de las personas que tienen algún evento cardiovascular en el futuro, tienen al menos uno de estos factores de riesgo. Entonces si identificamos esos factores y los controlamos de manera significativa e importante, vamos a disminuir la probabilidad de que nos ocurra un infarto o una complicación cardiovascular en el futuro. Para evitar esto, lo principal es llevar un estilo de vida saludable y eso es básicamente tres cosas. Tener una alimentación balanceada y adecuada, en especial para el diabético, el aumento de la actividad física -lo recomendable es al menos 150 minutos de actividad leve en la semana- y mantener un peso dentro de lo adecuado. Es importante igualmente que el paciente con diabetes tenga un muy buen control de su enfermedad, que hoy se puede lograr con medicamentos que son bastante seguros, que evitan el riesgo de hacer hipoglicemias y que además protegen al riñón.
- Respecto a los avances científicos en la diabetes, ¿sigue siendo más segura la medicación?
- Hasta el momento la mejor terapia y la que más ampliamente está difundida es el tratamiento farmacológico. Éste se puede hacer con medicamentos orales, en en tabletas o con medicamentos inyectables que se colocan por vía subcutánea. Ya tenemos medicamentos que se pueden colocar una vez a la semana solamente y que son muy eficaces, tanto para el control de la diabetes, como para la reducción de las complicaciones cardiovasculares y el compromiso renal. Además, hay terapias diseñadas para otro tipo de pacientes diabéticos, ya que estas estrategias no les son suficientes. Así, tienen que ir, por ejemplo, a colocarse una bomba de insulina, donde el dispositivo le va inyectando regularmente insulina y hay un monitoreo de glucosa que permite saber al momento el nivel de glucosa del paciente. Existen otras tecnologías que vienen a futuro, pero por ahora esto es lo último que tenemos de manera rutinaria para todos nuestros pacientes.
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