La pandemia de COVID-19 en curso ha provocado cambios drásticos en la movilidad humana, que tiene el potencial de cambiar la dinámica de transmisión de otras enfermedades infecciosas. Ahora, los investigadores que informan en PLOS Neglected Tropical Diseases han descubierto que el distanciamiento social ha llevado a un aumento significativo de las infecciones por dengue en Tailandia, pero ningún cambio en el dengue en Singapur o Malasia.

El virus del dengue es transmitido por los mosquitos Aedes y puede causar fiebre intensa, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, fatiga y náuseas y vómitos. Se estima que cada año ocurren 105 millones de infecciones por dengue, con la mayoría de los casos concentrados en el sudeste asiático y la región del Pacífico Occidental. En esta región, COVID-19 ha provocado cierres de lugares de trabajo, prohibiciones de reuniones masivas y, en ocasiones, cierres completos. Esto proporcionó un experimento natural para estimar los efectos de la reducción de la movilidad humana y la exposición en el lugar de trabajo sobre la transmisión del dengue.

En el nuevo trabajo, Jue Tao Lim de la Universidad Nacional de Singapur y sus colegas analizaron los recuentos de casos de dengue para Tailandia, Singapur y Malasia utilizando datos de vigilancia nacional disponibles hasta mediados de 2020. También se obtuvo información sobre el clima, las intervenciones de COVID-19 y los datos del censo de población general.

En Tailandia, los investigadores encontraron que se espera que el distanciamiento social dé lugar a 4,32 casos adicionales por mes por cada 100 mil personas. Este aumento de casos, en gran parte atribuible a una mayor exposición en las residencias en comparación con los lugares de trabajo, equivale a 2.008 casos adicionales de dengue en todo el país. Sin embargo, no se encontró ningún impacto significativo en la transmisión del dengue en Singapur o Malasia.

"Las disparidades entre países en cuanto a los efectos de las políticas de distanciamiento social en los casos de dengue notificados se deben a diferencias en la estructura del lugar de trabajo y la residencia, con un aumento en el riesgo de transmisión de arbovirus debido al distanciamiento social principalmente a través de una mayor exposición a los vectores durante el tiempo elevado en las residencias "dicen los investigadores. "[Esto demuestra] la necesidad de comprender los efectos de la ubicación sobre el riesgo de transmisión del dengue en nuevas condiciones de mezcla de poblaciones, como las que se aplican a las políticas de distanciamiento social".