Las llamadas entre ingresados por COVID-19 y sus familias, algo más que un fármaco
La estancia en el hospital por Covid-19 es muy dura para todos. Tanto para el ingresado, que no puede hablar con nadie directamente, apenas se puede mover de esas cuatro paredes, está aislado, como para las familias, que no pueden acompañarles, y en bastantes casos ni despedirse de ellos.
Según la Sociedad Española de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), la información al paciente y a sus familiares durante la epidemia representa "un pilar fundamental" en la atención clínica en la UCI.
"En casos en que los contactos sean positivos y estén también en situación de aislamiento se establecerán estrategias de comunicación, como puede ser por vía telefónica, que garanticen la información diaria y veraz del estado de salud de su familiar ingresado en UCI. El titular del derecho de la información es el paciente y en caso de incapacidad para comprender o decidir sobre su estado de salud, su familiar o representante", remarca la sociedad científica.
En una entrevista con Infosalus, Olga Bosch, psicóloga de l'EAPS de Cruz Roja Granollers (Barcelona), que está luchando en primera línea contra la enfermedad, ayudando tanto a pacientes, familiares, como a profesional sanitario, destaca que los lazos de comunicación que se están facilitando desde los centros hospitalarios con las familias están suponiendo algo más que un halo de esperanza y un respiro para los pacientes que están ingresados.
Esta experta reconoce que vivir solo en una habitación es un reto. "Estás incómodo con todo el aparataje que llevas. La mascarilla de oxígeno te oprime, te falta el aire, y te encuentras mal. Puedes mantener el contacto con el exterior a través del móvil, pero a menudo estás tan cansado que no tienes el suficiente ánimo de contactar con los tuyos, cuando en realidad es lo que más anhelas", menciona.
En este contexto, señala que a las enfermeras apenas se las puede reconocer a través de la única zona descubierta de su cuerpo, que son los ojos, dados los trajes de protección. "A pesar de ello, al entrar en la habitación las profesionales mantienen el cuidado y la humanidad con mucho esmero. De hecho, muchas recuerdan su nombre al llevarlo escrito en las batas de protección. No obstante, cuando salen, te enfrentas de nuevo a la soledad sintiendo la añoranza de seguir cuidado. Es una situación muy dura para los ingresados por COVID-19", resalta esta la psicóloga de Cruz Roja.
Mientras, en otra entrevista con Infosalus, la doctora María Ángeles Ballesteros, coordinadora de los Grupos de Trabajo de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (SEMICYUC) resalta que una de las novedades que ha surgido durante las estancias hospitalarias de pacientes son estas videollamadas con las familias, que tanto apoyo transmiten a los enfermos.
"Estos medios facilitan la comunicación con sus seres queridos. Las videollamadas abren una nueva vía de comunicación. Aunque todo depende de la situación del paciente", apunta la especialista.
De hecho, indica que en la Unidades de Cuidados Intensivos se les permite a los pacientes contar con un teléfono con el que poder relacionarse desde el momento en el que ingresan. "Ayuda muchísimo a que digieran mejor la soledad y el paso del tiempo. El paciente necesita saber de los suyos, cómo estos evolucionan, si están bien, para poder él también estar bien", mantiene la experta de la SEMICYUC.
Así, celebra que las facilidades que aportan las nuevas tecnologías en este sentido hayan supuesto un paso "muy importante" para que las estancias de los enfermos sean más llevaderas, así como un "cambio" en cómo el profesional sanitario puede llegar a transmitir la información a las familias.
En este punto, la psicóloga de Cruz Roja valora que una videollamada con la familia aporta al enfermo el cariño de los suyos, su ternura, el afecto que tanto necesita en esa habitación donde sufre soledad y se encuentra mal. "Las llamadas con los familiares suponen en los pacientes enfermos un halo de esperanza. Mejoran su bienestar, bajan sus niveles de ansiedad. Se recuperan en algunos casos más fácilmente. Si te privas de los afectos de los tuyos aumentan la ansiedad y la angustia", afirma.
Cómo transmitir las noticias a la familia
De hecho, a la hora de transmitir la información sobre la evolución del paciente a las familias, Olga Bosch resalta la importancia de cuidar el cómo se transmite ese mensaje. Por ejemplo, narra la historia de un señor mayor que ingresa en el hospital por COVID-19, y al mismo tiempo que él lo hace su hermana, con la que convive, pero ésta fallece.
¿Cómo contárselo al paciente? "Es muy importante su estado emocional en la evolución de la enfermedad y, por ejemplo, en este caso, dejamos que fuera su hija la que le transmitiera la noticia del fallecimiento de su hermana, por supuesto ataviada con todas las protecciones", relata la psicóloga.
Aquí, resalta la conveniente labor de los psicólogos y de las enfermeras durante las estancias hospitalarias de los enfermos de COVID-19, que son quienes deben velar por el bienestar de los pacientes, y por ejemplo, en el caso del señor mayor que, tras el impacto de la noticia y, una vez se hubo marchado su hija, fueron quienes estuvieron pendientes del paciente, que se quedó solo en la habitación con la información de la muerte de su hermana.
"¿Qué duro, verdad? A partir de ahí, se continúa el plan conjunto con el equipo para ofrecer el soporte emocional y el seguimiento no sólo al paciente, sino también a la hija y al resto de familiares. La persona es mucho más que la enfermedad. Recordemos que los que sufren no son los cuerpos, sino las personas", recalca la psicóloga de la Cruz Roja.
La doctora Ballesteros, por su parte, subraya la importancia de que el personal sanitario transmita en todo momento información honesta a las familias sobre el estado del ingresado por COVID-19. "La práctica, a pesar de la pandemia, no ha cambiado. Siempre hay que ofrecer un mensaje de sinceridad. Una vez que se tiene claro el mensaje hay que mantener la mayor empatía con la familia al transmitirlo", subraya.
La miembro de la SEMICYUC lamenta que, además, uno de los obstáculos que se están dando en el campo de la comunicación durante esta pandemia es la falta de imagen. Al médico o a las enfermeras sólo se les ven los ojos. "Siempre hay que tener claro qué decir y mantener la mayor empatía posible con la familia y con el enfermo porque al no haber contacto visual puede faltar esa sensación de acompañamiento que hay en otros casos. Estructurar bien lo que quieres decir, tener tiempo para el familiar, e intentar dar ese aliento por teléfono a los familiares", sentencia.
Desde esta sociedad científica señalan el rol educativo que tiene el personal sanitario sobre la ciudadanía, con el objetivo de que adquieran conocimientos y aptitudes sobre la enfermedad, algo que les permita adoptar un papel más activo tanto en la defensa de la salud propia y colectiva, así como en la toma de decisiones. Por otro lado, defiende que la transmisión de una información veraz y rigurosa sobre la enfermedad por los profesionales sanitarios facilita que la población tenga un afrontamiento psicológico más adecuado de la misma.
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