Las pruebas de rutina para COVID-19 pueden hacer que la cirugía sea más segura

Jueves, 12/11/2020
Según una investigación, científicos han comprobado que el uso de una prueba de frotis nasal para confirmar que un paciente asintomático no estaba infectado con SARS-CoV-2 se asoció con una tasa más baja de complicaciones postoperatorias.
Europa Press

Realizar pruebas de frotis nasal antes de una cirugía para detectar el COVID-19 en pacientes sin síntomas relacionados con una tasa más baja de complicaciones respiratorias graves y hacer que la intervención sea más segura. Por ello, los investigadores resaltan que las pruebas de hisopo preoperatorio de rutina deben ser parte de una estrategia más amplia para reducir la exposición al COVID-19 en pacientes que vayan a entrar en quirófano.

Según una investigación que publica el 'British Journal of Surgery', científicos que trabajan juntos en todo el mundo han comprobado que el uso de una prueba de frotis nasal para confirmar que un paciente asintomático no estaba infectado con SARS-CoV-2 se asoció con una tasa más baja de complicaciones postoperatorias. El principal beneficio se observó antes de una cirugía mayor y en áreas con una tasa más alta de COVID-19.

La prueba con hisopo dio a los cirujanos la oportunidad de identificar a los pacientes infectados asintomáticos y posponer su operación, evitando el riesgo severo de complicaciones de COVID-19 después de la cirugía. Las pruebas de rutina también ayudaron a prevenir la infección cruzada de pacientes sin síntomas a otros pacientes quirúrgicos electivos al ingresar al hospital.

Liderada por investigadores de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, la Colaboración COVIDSurg está formada por expertos de más de 130 países. El grupo está pidiendo que se realicen pruebas con hisopo preoperatorio para todos los pacientes como parte de una estrategia más amplia para continuar la cirugía de manera segura durante la pandemia.

La colaboración respalda esta convocatoria con el lanzamiento de un 'kit de herramientas' dedicado que ayudará a los hospitales y proveedores de atención médica de todo el mundo a volver a poner en marcha la cirugía electiva, después de que se pospusieran más de 28 millones de procedimientos en la primera fase. de la pandemia mundial.

El líder colaborativo, el doctor Aneel Bhangu, de la Unidad de Investigación de Salud Global de NIHR sobre Cirugía Global, en la Universidad de Birmingham, destaca que los hallazgos "demuestran una gran variación entre países en la aplicación de las pruebas preoperatorias. Si bien se observó un claro beneficio de las pruebas, solo 1 de cada 4 pacientes fue examinado para detectar infecciones, lo que ilustra la necesidad de una expansión y estandarización global de las pruebas con hisopo en todo el mundo".

Precisa que "las pruebas preoperatorias con hisopo no deben considerarse de forma aislada, sino como parte de un plan más amplio para minimizar los riesgos para los pacientes, incluido el establecimiento de vías quirúrgicas libres de COVID-19 en todos los hospitales que realizan cirugía electiva. Para la cirugía mayor, se evitó una complicación posoperatoria grave para cada 17 pruebas realizadas".

Por ello, instan a los proveedores de atención médica a que proporcionen una prueba de hisopo de rutina para todos los pacientes que se someten a una cirugía electiva, "tengan o no síntomas".

El conjunto de herramientas de COVIDSurg apoyará a hospitales, regiones y países individuales durante una importante reorganización global de los servicios quirúrgicos durante la pandemia y más allá, resumiendo los datos publicados para respaldar la práctica quirúrgica segura, guiando planes efectivos de recuperación quirúrgica y creando una visión de cinco años de cirugía segura y eficaz que aborde los desafíos globales, incluidas las deficiencias en el acceso a la cirugía que existían antes de la pandemia.

El doctor James Glasbey, líder del estudio en la Universidad de Birmingham, comenta que "la cirugía es una parte esencial de todos los sistemas de salud y sigue siendo la cura para la mayoría de los cánceres y es la base del tratamiento de muchas enfermedades no infecciosas".

"Nuestro nuevo conjunto de herramientas ayudará a todos los involucrados en la planificación quirúrgica durante los próximos 5 años, incluidos proveedores, líderes de atención médica, pacientes, gobiernos, financiadores e industria --destaca--. Aborda desafíos globales, pero se adapta localmente a hospitales y entornos con acceso variable a los recursos".

Antes de la pandemia de COVID-19, 5 mil millones de personas carecían de acceso a la atención quirúrgica y se requerían 143 millones de operaciones más por año en todo el mundo, recuerdan los investigadores, y ya existía una importante desigualdad mundial en el acceso a una cirugía segura y asequible en los países de ingresos bajos y medianos, con una necesidad urgente de ampliar la capacidad.

Lamentan que la pandemia ha empeorado gravemente esta situación y ha puesto de relieve la necesidad de cambiar la forma en que se realiza la cirugía. Lanzada en marzo de 2020, la colaboración COVIDSurg ha proporcionado los datos necesarios para respaldar este cambio en el período de tiempo más rápido jamás visto por un grupo de investigación quirúrgica, con datos de 150 mil pacientes en 2 mil hospitales recopilados durante los últimos 9 meses.

El mes pasado, en su informe anterior, los investigadores de COVIDSurg pidieron a los hospitales que establezcan zonas 'libres de COVID-19' para pacientes quirúrgicos a fin de ayudar a salvar vidas durante la segunda ola de la pandemia, reduciendo el riesgo de muerte por infecciones pulmonares asociadas con el coronavirus.

Descubrieron que los pacientes que tenían su operación y atención hospitalaria en áreas 'libres de COVID-19' tenían mejores resultados, mejorando la seguridad de la cirugía al tener una política estricta de que ningún paciente tratado por COVID-19 se mezclara con los que se sometieron a cirugía.

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