Por qué el COVID-19 ha tenido un efecto negativo sobre las bacterias multirresistentes en los hospitales
Las bacterias multirresistentes a antibióticos se han convertido en una nueva amenaza para la humanidad, según ha alertado en varias ocasiones la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de bacterias que han mutado frente al uso de antibióticos y que se han hecho resistentes a ellos, pudiendo causar infecciones muy importantes en el ser humano.
De hecho, esta institución sanitaria va más allá y alerta de que si no se toman medidas urgentes, el mundo está abocado a que muchas infecciones comunes vuelvan a ser potencialmente mortales.
Y es que, según lamenta en una entrevista con Infosalus el expresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y actual portavoz de esta sociedad científica, "hoy mueren más personas por culpa de la infección hospitalaria de bacterias multirresistentes que por accidentes de tráfico".
Eso sí, la prevalencia de estas cepas es diferente en cada hospital y está relacionada con el tipo de pacientes, los procedimientos terapéuticos, el tipo de cirugías y las políticas para el uso de antibióticos.
Además, el también jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid considera que el COVID-19 no ha beneficiado esa relación entre los ingresos hospitalarios y la incidencia de casos a bacterias multirresistentes: "Por una fijación más en la atención urgente que requerían estos pacientes se ha bajado un poco la guardia en los protocolos de utilización de antibióticos, y estos se han empleado más; con lo cual, su consumo en hospitales ha aumentado en estos meses y han aflorado en algunos casos bacterias multirresistentes con una incidencia mayor que la que hubiéramos tenido en otro escenario".
En cambio, el doctor Cantón celebra que en el ámbito extrahospitalario sí parece que se ha reducido el consumo de antibióticos, principalmente porque los pacientes no han tenido la oportunidad de acudir a la atención primaria todo lo que hubieran deseado y, en consecuencia, el consumo de antibióticos ha bajado.
Qué son las superbacterias multirresistentes
Según explica, reconocemos a las bacterias multirresistentes porque acumulan diferentes mecanismos de resistencia a los antibióticos. "Cabe esperar que alguien que tenga una infección por una bacteria multirresistente responda peor ante el antibiótico, y esa infección no se resuelva de la mejor manera", apostilla el especialista.
Así, afirma que estos microorganismos se encuentran fundamentalmente en los hospitales, aunque también pueden surgir fuera e introducirse en estos centros hospitalarios.
Generalmente apunta que una zona habitual donde suelen hallarse son los lavabos de los hospitales, y no porque no se limpien bien, sino porque se acantonan en las zonas húmedas por donde discurre el agua y es imposible que lleguen de forma eficiente los sistemas de desinfección. "Se forman biopelículas y pueden quedarse acantonadas en los tubos y botes sifónicos, en zonas donde se dan las condiciones adecuadas para su supervivencia", explica el doctor Cantón.
De hecho, el portavoz de la SEIMC mantiene que, aunque las infecciones en los hospitales han disminuido de forma importante en últimos años, antes se situaban en torno al 12% y actualmente rondan el 5%, son menos frecuentes "pero las bacterias aún más resistentes y problemáticas".
En concreto, pueden transmitirse a los pacientes a través de dos vías, según precisa. Primero, por vía externa al propio paciente, es decir, fundamentalmente por el ambiente, por el contacto con el ambiente hospitalario.
Pero la otra vía se produce con el ingreso con el paciente: "Cuando ingresa puede tener una colonización de las bacterias del intestino o de la piel, y cuando están en un hospital con presión muy selectiva con antibióticos entonces emergen. No le producen ningún problema en su vida diaria pero deben ingresar por una causa en un hospital y ante tal presión farmacológica emergen e infectan otras localizaciones".
En concreto, pone el ejemplo de las neumonías asociadas a la ventilación mecánica, ya que el hecho de tener el tubo favorece que determinadas bacterias que puedan vivir en su intestino, por vía ascendente, infecten por ejemplo el pulmón, siendo así el origen el que el paciente las llevara en su propia microbiota. También puede suceder esto con las sondas urinarias.
El miembro de la SEIMC enumera que los patógenos que se describen se agrupan bajo el acrónimo 'ESKAPE' y entre las más frecuentes se encontrarían: Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa, y Enterobacter cloacae.
En última instancia, y entre otras fórmulas para erradicarlas, el doctor Rafael Cantón apunta al uso adecuado de los antibióticos; a un control de la infección, por ejemplo mediante el aislamiento del paciente colonizado por estas bacterias; a través de un lavado de manos; así como por el diagnóstico rápido de un paciente infectado por estas superbacterias; aparte, por supuesto, de la monitorización del paciente. "El riesgo 0 es complicado porque la propia persona lleva en su microbiota bacterias superresistentes o están en el ambiente por ese uso masivo de antibióticos", admite el experto.
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