De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es considerada una enfermedad crónica que afecta a 1 de cada 6 parejas en el mundo y es un gran obstáculo para millones de personas que sueñan con ser padres y formar una familia. Además, en esta oportunidad, las medidas implementadas para combatir la pandemia por el coronavirus han obligado a aplazar sus tratamientos de fertilidad.

El Dr. Luis Ernesto Escudero, director de la Clínica Inmater y past presidente de la Sociedad Peruana de Fertilidad, explica que, según datos de la sociedad, ante la coyuntura del COVID-19, más del 80% de los centros de fertilidad acreditados en el país suspendió sus servicios. Sin embargo, una vez finalizada la cuarentena, implementaron las medidas de bioseguridad necesarias para poder reanudar sus actividades y hoy en día ya los pacientes pueden retomar sus tratamientos de forma segura.

“Desde el momento en el que se ingresa al centro y durante toda la estadía se exige el cumplimiento de un estricto protocolo de seguridad, tanto para los pacientes, como para el personal de la clínica. Además, hemos reducido el aforo en un 50% y hemos espaciado los horarios de atención para evitar aglomeraciones”, afirma el Dr. Escudero.

De acuerdo con el especialista, de esta manera es posible que las personas puedan recibir su tratamiento sin riesgos. “En el país, aproximadamente el 15% de la población fértil tiene problemas para concebir. Por este motivo, se recomienda que aquellas parejas jóvenes que tengan seis meses o más intentando y no lo hayan logrado o aquellas de más de 38 años que deseen salir gestando, visiten los centros especializados, que cuenten con las medidas necesarias para realizar una evaluación, determinar el abordaje más adecuado e iniciar un tratamiento de forma segura”, agrega. 

Por otra parte, el Dr. Escudero, explica que actualmente existen gran variedad de tratamientos que se adaptan a las necesidades de cada tipo de paciente. A continuación, el especialista detalla las técnicas de reproducción asistida (TRA) disponibles en el país:

1. Inseminación Artificial (IA). Es un tratamiento de baja complejidad. Consiste en introducir una muestra de semen, previamente capacitado, ya sea de la pareja o de un donante, en el útero de la mujer. Con este procedimiento aumentan las probabilidades de embarazo con respecto a una relación sexual, porque la muestra de semen es tratada previamente en el laboratorio. Además, se estimula el ovario para controlar el crecimiento y maduración de un mayor número de óvulos.
2. Fertilización In Vitro (FIV). Se refiere a la extracción de óvulos para su posterior unión con los espermatozoides en el laboratorio. Una vez convertido en embrión, este se transfiere al útero para el desarrollo del embarazo.
3. Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI, por sus siglas en inglés). Recomendada en los casos de infertilidad masculina de moderada a severa. Esta técnica consiste en colocar un espermatozoide seleccionado en el interior del óvulo a través de una microinyección en el laboratorio. Luego, una vez formado el embrión, se introduce en el útero para que se implante y continúe el proceso de gestación durante los próximos 9 meses.

Para finalizar, el especialista indica que se viene trabajando y apostando en el mundo por terapias altamente innovadoras a base de dispositivos inyectables, los cuales buscan mejorar el estándar, la automatización y el éxito de los tratamientos de reproducción asistida.