¿Temor al coronavirus? Atenciones de urgencias por ACV caen fuertemente en Chile

Viernes, 17/07/2020
Según datos del DEIS-MINSAL, en la semana 24 de 2019 se registraron 765 atenciones de urgencia por ACV encefálico, mientras este año, en la misma fecha, el número cayó a 484, una disminución de casi 37%.
Cluster Salud

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha generado cambios en el perfil de las atenciones de urgencia en Chile, desplazando aquellas consultas que antes de la pandemia eran habituales, por otras relacionadas a los síntomas por COVID-19. Este panorama ha provocado importantes cambios en los flujos de atención del sistema de salud.

Una de las disminuciones más preocupantes es la consulta por ataque cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de muerte y discapacidad en nuestro país. Según datos del Departamento de Estadísticas e Información del Ministerio de Salud (DEIS-MINSAL), en la semana 24 de 2019 se registraron 765 atenciones de urgencia por ACV encefálico, mientras este año, en la misma fecha, el número cayó a 484, una disminución de casi 37%.

“Previo a la pandemia, hablábamos de que 1 de cada 4 personas sufrirá un ACV durante la vida, por eso la preocupación sobre lo que está ocurriendo con estos pacientes. Las cifras comienzan a bajar entre las semanas 9 y 10 (fines de febrero e inicio de marzo), concordantes con el primer caso de COVID-19 diagnosticado en Chile”, señala el Dr. Ronald Soto Arancibia, neurólogo del Hospital San Juan de Dios.

El especialista aporta otros datos reveladores en países con escenarios similares. “En EE. UU. investigadores analizaron a 231.753 pacientes de 856 hospitales, desde julio 2019 hasta abril 2020, usando estudio de neuroimágenes avanzadas -utilizados para detectar ACV- y se dieron cuenta que el uso había caído en casi 40%. En algunos hospitales de España se registraron mismas cifras de descenso”, puntualiza.

De acuerdo a estos números, el temor a contagiarse de coronavirus sería uno de los principales motivos por el cual la población no está acudiendo a las urgencias cuando presenta síntomas de la enfermedad, aun cuando esta patología representa un peligro inminente por su alta letalidad.

“Al ser una emergencia neurológica, el tiempo es fundamental. Por cada minuto que pasa sin recuperar el flujo sanguíneo en las neuronas, se pierden cerca de 2 millones de ellas, incrementando la posibilidad de daño irreparable, lo que se traduce en secuelas funcionales severas (discapacidad) o, incluso, la muerte”, explica el Dr. Ronald Soto.

¿Hay relación entre COVID-19 y ACV?

De acuerdo al facultativo, existe. Por impacto de la infección por coronavirus, se produce un fenómeno denominado hipercoagulabilidad, que incrementa la posibilidad de generar coágulos, lo que derivaría en que éstos viajen en forma de émbolos hacia distintos lugares, entre ellos el sistema circulatorio cerebral.

“También se ha evidenciado acción en el corazón, lo que origina una inflamación llamada miocarditis, que podría provocar un ambiente protrombótico en las cavidades cardiacas, liberando coágulos que igualmente podrían encaminarse al cerebro. Además, el contagio genera efectos deletéreos en la evolución de un ACV durante la infección aguda”, asegura el también neurólogo de las Clínicas Dávila y Nueva Cordillera.

Por otro lado, los factores de riesgo que determinan un mayor peligro de infección y mala evolución por COVID-19, tal como se ha podido observar en diversos estudios, son los mismos que se comparten en el origen de un ataque cerebrovascular: hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedad coronaria. Por esa razón, los pacientes con ACV son considerados una población de riesgo.

Con o sin cuarentena: acudir rápido a una urgencia 

Según los neurólogos, los principales síntomas de la patología son presentar el rostro caído, boca torcida o parálisis facial; dificultad para levantar los brazos o pérdida de fuerza en uno de ellos; y problemas para hablar con claridad, balbuceo o incoherencia en el mensaje. “Debemos estar atentos a estas señales para reconocer adecuadamente un ACV. Ante uno de ellos, se debe trasladar a la persona al servicio de urgencia más cercano”, advierte el especialista.

Para cubrir de forma apropiada este tipo de consultas, las clínicas y hospitales de Chile han habilitado sectores separados con protocolos para la asistencia de emergencias no COVID-19. Además, “el personal está entrenado, y utilizará en todas las situaciones elementos de protección personal, los cuales disminuyen la posibilidad de transmisión cruzada. El mensaje que deseamos entregar es que el ACV no se queda en casa”, indica el Dr. Ronald Soto.

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