Tulio Oliveira: "Tenemos la responsabilidad de avanzar en el conocimiento de la tecnología que desarrollamos"
La preparación de los médicos es un ámbito clave del avance de la ciencia médica. Con cada nuevo dispositivo, existe detrás un trabajo de formación médica que debe ser abordado. Con eso en mente, Johnson & Johnson (J&J) creó el segundo Innovation Room de América Latina en la Clínica Las condes de Santiago, Chile. Para esto, la compañía hizo una inversión de US$ 490.000.
El Innovation Room es un centro de entrenamiento de 1.000 metros cuadrados, que cuenta con la mejor tecnología de entrenamiento y la mayor capacidad para practicar en las áreas de Traumatología y Ortopedia y en todas las especialidades que requieran cirugía endoscópica.
Tulio Oliveira, Director de Franquicias en Johnson & Johnson Medical Devices para LA Southern Cluster asegura que Chile es tiene buenas condiciones para avanzar en capacitar en tecnologías: “Es uno de los países en que más tenemos inversión en tecnología, y aliado con la estrategia normal, va la educación”.
-¿Por qué decidieron invertir en la educación profesional de los médicos?
-El avance en salud se da por el avance en la técnica quirúrgica y en la tecnología. Tenemos la responsabilidad de avanzar en el conocimiento de la tecnología que desarrollamos para que los cirujanos estén preparados y mejore la seguridad del paciente y haya una incorporación adecuada de la tecnología para el impacto en el paciente. Parte de la estrategia d J&J es la educación y la innovación en educación. Para eso tenemos programas de nivel mundial, tenemos un networking de 23 centros en cuatro continentes, llegamos a 125.000 profesionales de salud por año,en capacitación, son 25.000 profesionales que entrenamos solo en Latinoamérica y en colaboración de ese centro que eremos ampliar la capacidad de llegar a profesionales en Chile. Esperemos que se enteren médicos y profesionales de salud que puedan ser entrenados en ese Innovation Room en Chile.
-¿Por qué trabajar con la clínica Las Condes?
-La alianza con la clínica las condes para nosotros confirma un poco la estrategia de fortalecer alianzas con centros académicos de formación. Es una suma de la estrategia de ese networking y educación médica de J&J con un proyecto moderno de la clínica Las Condes, abierto a impactar a cirujanos de Chile, no solo de esa clínica, sino del sistema público y privado abierto a la última tecnología de innovación. Es una excelente alianza crear ese espacio de capacitación con un impacto nacional.
-¿Qué aporta el Innovation Room a la clínica?
-Para mi es súper claro el aporte del Innovation Room para el centro. El primer impacto es la capacidad de entrenar sus profesionales. La Clínica Las Condes ya cuenta ahora con un centro súper avanzado con la última tecnología en simulación, tratamiento laparoscópico y no solo podrá capacitar mejor a sus profesionales, pero creo que también aporta -como el primer Innovation Room en Chile- como la oportunidad de ser un jugador que impacte al país en nivel de educación y cuidado médico en el país en el otro nivel, utilizando esa estructura y tecnología que está a la disposición con su cuerpo clínico en la capacitación médica.
-¿Cómo aporta a la formación de los médicos?
-Tenemos hoy una estrategia que son programas de impacto. Por ejemplo, para un cirujano tenemos programas básicos a nivel de residentes, intermedios y programas avanzados, cada uno con temas, contenido y forma de aprendizaje adaptado a ese momento en la carrera del cirujano. Los cursos todos están enfocados en avance de desarrollo de técnica operatoria y la última tecnología, pero adecuado al momento profesional de cada cirujano. Son programas complementarios a lo que aprenden en la universidad que impacta en la habilidad y conocimiento para tener una mejor capacidad de incorporar tecnología de forma segura.
El concepto de la simulación en la formación médica pasa por eso. Hay, no solo hardware y software para simular espacios quirúrgicos, muy cerca a los desafíos que el cirujano va a enfrentar. La repetición del ejercicio y la metodología y enseñanza, no solo como conocimiento, como habilidades aumentan el nivel de eficiencia del cirujano en el manejo de la tecnología y la cirugía. Me aporta porque gano mucha más confianza y habilidades que son críticas para una mejor performance en cirugía, que significa mejor resultado para los pacientes.
-¿Qué avances tecnológicos destacan en este centro?
-En ese centro yo destacaría tres puntos principales. El primero, sería el equipamiento para cirugía laparoscópica. Tenemos la última generación de J&J en equipo para entrenamiento, capacitación y cirugía laparoscópica. Chile fue el primer país en recibir esa tecnología. Además, generadores de energía avanzados. El último que tenemos en el mercado mundial.
Energía es un tipo de tecnología que aporta mucho valor en distintos procedimientos quirúrgicos para el manejo del tejido con más precisión, menos complicación y menos impacto en el paciente. Aumenta mucho la precisión quirúrgica del cirujano y procedimientos que son críticos como cirugía oncológica, distintos procedimientos oncológicos, ginecología, cabeza y cuello, donde el cirujano debe cuidar con cuidado y precisión de una parte del tejido y no impactar a otro que no tiene problema. Amplía mucho la capacidad de precisión y la efectividad.
-¿Acerca esto al instrumental que tienen países avanzados como tipo EE.UU.?
-La verdad, Chile está a la par. Porque es uno de los países donde la tecnología entra con mayor velocidad por su marco regulatorio, que es otro tema. Chile es un país que recibe tecnología con velocidad que otros países en Latinoamérica no tienen. El portafolio que tenemos en Chile es avanzado, más parecido con países desarrollados que permiten acceso a última tecnología a la población chilena. Pero esto exige más aún de la capacitación médica.
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