¿La mejor inversión del mundo? La nutrición infantil

Miércoles, 11/05/2016

Más allá de un problema humanitario, no enfrentar la desnutrición tiene consecuencias económicas para un país. 

Cluster Salud. Los problemas del mundo son muchos: SIDA, contaminación, guerras y entre todas ellas, la desnutrición infantil. Lo que destaca a esta última frente al resto, es un tema de dinero. Es un ahorro enfrentarla y evitar sus consecuencias.

De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, combatir la desnutrición infantil en América Latina tendría un costo de US$ 2.050 millones. Pero no combatirlo, genera un gasto que puede estar entre los US$ 104.000 millones y US$ 174.000 millones, por los gastos en mortalidad infantil, baja en la productividad y enfermedades crónicas.

El Consenso de Copenhague, formado por economistas internacionales, por cada dólar invertido en la nutrición de los primeros mil días de una persona se obtienen US$ 30 de vuelta.

Según la información del Banco Mundial, en América Latina siete millones de niños sufren desnutrición. Según los expertos, la evolución alcanzada en esta etapa, en términos cognitivos y socioemocionales, no puede ser recuperada en la adultez. Por esto, los niños que no son bien alimentados en la infancia, crecerán para ser adultos menos productivos.

En la región, diferentes países han implementado medidas para bajar las cifras de desnutrición entre los niños.

En Colombia, el gobierno comenzó un plan para combatir la desnutrición infantil en los municipios más alejados. Con la ayuda del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Adolescencia (Unicef), implementó en el segundo semestre de 2015 un plan de atención en la zona rural de la alta Guajira. Lograron llegar a 8.200 niños en los que se redujo la prevalencia de desnutrición de 3,4% a 2,6% en cinco meses.

En otros casos, la disminución ha sido aún mayor. En noviembre de 2015, Bolivia recibió un reconocimiento de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS) por reducir los números de desde 23,2% a 12%.

Aún así, quedan muchos niños con problemas de nutrición en la región. Guatemala, aunque ha reducido la cantidad de niños afectados, ha tenido un avance lento.  En 2008, 49,8% de los menores de cinco años sufría de desnutrición, mientras que en 2015 la cifra bajó solamente a 46,5%, según la VI Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil del país.

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