La startup uruguaya que conecta pacientes y centros de hemodiálisis a nivel global
Connectus Medical obtuvo US$1 millón en la primera ronda de inversión. Y el CEO de Airbnb, Joe Gebbia, viajó a Uruguay para cerrar acuerdo con los fundadores, padre e hija.
El Observador. En los últimos tres meses la vida de Javier Artigas y de su hija, Valentina Arriagada, dio un vuelco de 180 grados.
Padre e hija decidieron, en 2015, fundar Connectus Medical, una empresa destinada a funcionar como nexo entre los centros de hemodiálisis de todo el mundo y sus pacientes y así comenzó, de a poco, la empresa familiar. Todo cambió cuando apareció Joe Gebbia.
El CEO de la firma Airbnb, Joe Gebbia, tocó su puerta, literalmente. Artigas y Gebbia se reunieron en Uruguay y comenzaron a pensar en un acuerdo entre ambas empresas para beneficiar a los 50 millones de pacientes de hemodiálisis del mundo. El acuerdo se cerró hace menos de un mes.
"Hace dos semanas comenzamos nuestras operaciones en Estados Unidos. Además estamos por recibir nuestra primera inversión con un fondo de inversión de Atlanta", señaló Artigas.
El valor de la compañía se disparó y también la confianza de los inversores.
La primera ronda de inversión que había comenzado por ofrecer US$500.000, ayer se ubicó en US$1 millón. Javier Artigas definió que estos fondos serán destinados a sus operaciones en Estados Unidos y también a los mercados de Brasil, Italia, Japón y Alemania, los cinco países que realizan el 67% de las diálisis del mundo.
"Estamos creados como una empresa de diseño de experiencias, queremos crear experiencias particulares para cada uno de los pacientes", explicó Artigas a la vez que cuenta el ejemplo de un paciente español que llegó a dializarse por dos meses a Uruguay y, que además de poder llevar a cabo su tratamiento con normalidad, disfrutará por ejemplo de clases de tango coordinadas por Connectus Medical.
"Nuestro próximo paso es instalarnos en el sur de Brasil para manejar las operaciones en San Pablo y Río de Janeiro", detalló.
"Esto es todo culpa de Airbnb", dijo Artigas entre risas. Gracias a la alianza con la empresa internacional, la firma está transitando lo que definen como "profesionalización de la startup".
La pulsera que salva vidas
Joe Gebbia, CEO de Airbnb, también realizó una inversión para la fundación benéfica de Connectus Medical llamada Freedom Chasers que ayuda, entre otras cosas, a financiar los viajes de los pacientes que no pueden hacerlo por sus propios medios.
La fundación se encarga ahora de repartir la Connectus Wristband. Una pulsera que funciona como un eficaz método de visualización y de inmediato reconocimiento para que los servicios médicos identifiquen a pacientes con ERC (enfermedades renales crónicas) en caso que pierdan el conocimiento, y con un distintivo visible indicar en qué brazo porta la fístula para realizar los cuidados que requiere en una emergencia.
Esta visualización es de gran importancia debido a que en el brazo donde se porta la fistula no se debe intervenir de ninguna forma, ya sea tomando la presión sanguínea ni realizando extracciones de sangre, pues la fistula es el mecanismo que permite la conexión del paciente a la máquina de hemodiálisis, es decir, al proceso que lo mantiene vivo.
Las pulseras son gratuitas y desde la fundación pretenden hacerlas llegar a los 3.300 uruguayos en diálisis. Para esto la firma está realizando una campaña en redes sociales con figuras públicas que exhiben la pulsera que puede salvar vidas.
El origen
En 2007 a Javier Artigas le informaron que debía recibir diálisis tres veces por semana. Su trabajo en una multinacional le obligaba a estar entre aviones y aeropuertos y como la firma decidió no cubrir los costos de la diálisis en el exterior no tuvo otra opción que abandonar el trabajo.
Su hija, Valentina Arriagada, tuvo la idea para solucionar el problema de su padre y de tantos otros pacientes, una plataforma que por un costo fijo mensual permitiera acceder a centros de hemodiálisis de todo el mundo, así nació Connectus Medical.
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