Las dificultades de mantener a un paciente seguro en el hospital

Miércoles, 16/11/2016

Los errores que se pueden cometer en el hospital podrían ser evitados con el sistema correcto. Una nueva investigación en el Reino Unido busca de qué forma se pueden anular los problemas que incluso han costado la vida a pacientes en el mundo. 

Cluster Salud. La asistencia sanitaria es una sistema complejo y difícil de manejar. Pero cada problema en este servicio puede poner en riesgo la seguridad de los pacientes. Es por esto que una colaboración entre el Centro de Cambridge para la Investigación de Servicios de Salud y el Departamento de Ingeniería espera encontrar dónde están los errores y nuevas formas de resolverlos, según reporta Medicalxpress.

Los errores médicos han costado la vida de pacientes. Uno de los casos recordados es de 2004, el Virginia Mason Medical Center en Seattle, cuando Mary McClinton murió al ser inyectada con una sustancia equivocada (había tres jeringas con tres sustancias diferentes disponibles en el mismo momento sobre el mismo lugar). Algo similar ocurrió en el Doncaster Royal Infirmary en el Reino Unido. En este caso, la paciente 'Gina', sobrevivió, pero sólo después de haber perdido una pierna.

La profesora Mary Dixon-Woods es una de las más nuevas reclutas de Cambridge, y está en una misión: mejorar la seguridad de los pacientes en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y en la atención médica en todo el mundo. Hasta la fecha se han intentado muchas políticas y enfoques diferentes, pero pocas con éxito generalizado y a menudo con consecuencias no deseadas.

Los incentivos financieros son ampliamente utilizados en el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra y en los EE.UU., pero la evidencia reciente sugiere que las personas pueden solo centrarse en los ámbitos en que están siendo incentivadas, por lo que no serían efectivas.

En 2013, Dixon-Woods y sus colegas publicaron un estudio, financiado por el Wellcome Trust, evaluando el uso de listas de control quirúrgicas introducidas en los hospitales para reducir las complicaciones y las muertes durante la cirugía. Las listas de verificación se han convertido en la intervención de seguridad de los pacientes más utilizada en el mundo y son recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, la evidencia muestra que las listas de control pueden tener poco impacto, y su investigación encontró que en algunas situaciones -en particular en los países de bajos ingresos- podrían incluso empeorar las cosas.

La gran complicación es lograr la estandarización de procesos. Dixon-Woods y su equipo han encontrado que dentro de una misma institución incluso se pueden encontrar más de un sistema para trabajar este problema. Incluso cuando una institución logra hacer mejoras genuinas en la seguridad de los pacientes, con demasiada frecuencia estas intervenciones no pueden ser replicadas en otros lugares o ampliadas.

Un lugar que ha logrado romper este patrón es Irlanda del Norte, que ha superado el problema etiquetando las sondas intravenosas y catéteres urinarios de la misma forma en todos los recintos de salud. Este ejemplo de éxito, es de interés para Dixon-Woods.

Para ella el problema de la seguridad de los pacientes es como el cambio climático, en el sentido de que es un "problema de muchas manos", con muchos actores, cada uno contribuyendo al resultado y donde es difícil identificar quién tiene la responsabilidad de resolver el problema.

John Clarkson, del Centro de Diseño de Ingeniería de Cambridge, es uno de los profesionales trabajando con Dixon-Woods. Clarkson ha estado interesado en la seguridad del paciente por más de una década. En 2004, su equipo publicó un informe para el Jefe Médico Oficial titulado 'Diseño para la seguridad de los pacientes, un enfoque de diseño de todo el sistema para abordar la seguridad de los pacientes en el NHS'.

"Fundamentalmente, mi trabajo consiste en preguntar cómo podemos mejorarlo y qué podría salir mal", explica Clarkson. No se trata, dice, de tecnología, sino del sistema y de las personas dentro del sistema. Cuando entrena a los profesionales de la salud, evita usar palabras como "riesgo", lo que significa diferentes cosas en medicina e ingeniería, y en su lugar hace preguntas para que piensen en el sistema.

Para Clarkson la visión de la ingeniería puede ayudar a mejorar los problemas de un hospital, pero reconoce que es complicado ya que no existe un lenguaje de diseño en el cuidado de la salud. Para Dixon-Woods, por su parte, la visión de la ingeniera aporta el uso de pruebas rápidas, que en la medicina no son tan comunes, algo que podría ayudar a encontrar una solución completa.

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