México: Hepatitis C podría ser la primera enfermedad infecciosa eliminada sin vacunas
El virus tarda hasta 20 años en manifestarse y en el caso de México, más del 50% de los pacientes tiene más de 50 años.
El Economista. La hepatitis C es una verdadera epidemia global; se calcula que hay entre 130 y 150 millones de personas en el mundo con esta enfermedad; además, es un padecimiento silencioso que no da síntomas durante muchos años y por ello la pertinencia de la prevención.
En entrevista, el doctor Enrique Wolpert Barraza, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), explica que la población que nació entre 1945 y 1965, catalogados como Baby Boomers, tienen cinco veces más probabilidades de padecer hepatitis C, pues pudieron contraer la enfermedad en las décadas de los 70 y 80.
Detalló que “la mayoría de Baby Boomers pudieron contagiarse del Virus de la Hepatitis C (VHC), a través del contacto con sangre contaminada de donadores y productos no esterilizados antes de que comenzara la prueba de detección generalizada del suministro de sangre en 1992”.
Esto en otros países no se ha determinado con tanta seguridad; sin embargo, en México hoy las pruebas que se realizan sobre esta enfermedad y a través de investigaciones se ha detectado que más de 50% de los pacientes tienen más de 50 años de edad.
De acuerdo con el Centers for Disease Control and Prevention, tres de cada cuatro personas con hepatitis C pertenecen a esta generación y pueden vivir con la enfermedad sin saberlo, ya que tarda hasta 20 años en manifestarse.
Pero no sólo los Baby Boomers están expuestos a esta enfermedad: Wolpert aseguró que los adictos a drogas ilícitas de aplicación endovenosa o inhaladas tienen una prevalencia muy alta. “En algunos países es la primera causa de hepatitis C, porque comparten los utensilios, jeringas y agujas contaminadas.
“De dos estudios realizados en nuestra frontera norte, estos revelaron que adictos a drogas, después de dos años de estar con estas prácticas, 100% estaban contaminados y no sólo de hepatitis C, sino hepatitis B o VIH”.
Otros factores de riesgo son las perforaciones y los tatuajes: “Si se hacen con materiales de higiene y estériles no pasa nada, es una moda que llegó para quedarse, pero por alguna razón tenemos muchos pacientes que se hacen estos procedimientos en lugares que no cumplen con los mínimos de higiene, que no han sido acreditados por la autoridad sanitaria y pueden usar material o pinzas contaminadas y transmitir la hepatitis C. Ésas serían las tres causas principales”.
¿Por qué el virus se manifiesta después de tanto tiempo?
El especialista explicó que este virus no destruye el hígado súbitamente como para provocar hepatitis fulminante, como otros virus; en este caso, se destruye poco a poco.
“Si se miden las encimas que medimos en hepatitis, las cifras no son tan altas, pero el virus nunca se va, por eso es que a lo largo de décadas puede llegar a destruir el hígado y provocar la hepatitis crónica, cirrosis o cáncer de hígado; ésa es la forma en como el virus C ataca a las personas”, manifestó.
Hace apenas un año o dos no se podía más que curar a la mitad de los pacientes con un tratamiento anterior a los antivirales directos, “usábamos inyecciones semanales de interferón pegilado —es una molécula de interferón que se le agregaba una azúcar que es el polietilenglicol— y eso permitía que las inyecciones fueran cada semana y no cada tercer día como hace 10 años; el tratamiento era de un año y no se exentaba de efectos colaterales muy fuertes, el paciente refería fiebre, dolor muscular y articular”.
Cuando aparecieron los antivirales directos, que actúan en alguna parte del proceso en que el virus sigue dentro de la célula hepática para poder multiplicarse y tener la posibilidad de entrar a las células, infectar a otras y destruirlas, entonces los porcentajes de curación aumentaron exponencialmente.
Éste es el primer antiviral libre de interferón aprobado en México por la Cofepris en mayo del 2015 y tiene una efectividad de cura de hasta 100% con una duración de tratamiento de 12 o 24 semanas. Por ello, es que se debe insistir en un diagnóstico temprano y lograr la cura; de lo contrario, 75% de los casos evolucionan a enfermedades como hepatitis crónica, cirrosis, cáncer de hígado o necesidad de trasplantes.
“Los pacientes tratados a tiempo han encontrado una esperanza y mejorado considerablemente su calidad de vida, una vez que han logrado la cura virológica. Se dice con mucha frecuencia que la hepatitis C va a ser la primera enfermedad infecciosa que podamos eliminar de la faz de la tierra con un tratamiento, otras han sido eliminadas como la viruela o polio, pero con vacunas”.
Prevención
Wolpert exhortó a la población que se encuentra en la categoría de Baby Boomers, gente que se haya hecho tatuajes o perforaciones, que hayan consumido drogas ilícitas o recibido transfusiones a que se hagan la prueba de escrutinio en la sangre.
La prueba para el VHC es un procedimiento sencillo de toma de sangre; es muy barata y al paciente que diagnostican en un laboratorio como portadores del virus C tiene que hacerse una prueba más sofisticada, “le llamamos de reacción en cadena de polimerasa, para estar seguros de que es positivo; luego en la misma muestra se cuantifica el RNA, llamada carga viral: es lo que debemos llevar a cifras indetectables con el tratamiento y luego debe permanecer indetectable 12 semanas y más adelante, todo el tiempo después de haber tenido un tratamiento exitoso, eso es lo que llamamos una respuesta viral sostenida y es el ideal del tratamiento”.
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