El miedo a legislar sobre el aborto en México
Francisco Garfias para Excelsior.
No le entran los diputados al debate sobre el aborto y el uso de “la píldora del día siguiente”, en caso de violación. La falta de consenso los llevó, por tercera vez consecutiva, a bajar de la agenda de la sesión las reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
“Muchos diputados traen consigna ideológica. A otros los asustaron, los amenazaron, les enviaron cartas con advertencias para que no votaran esa ley”, nos dijo la diputada del PRI Laura Plascencia, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género.
Remató: “Funcionó la operación del Santo Oficio”.
Otro legislador, el panista Eukid Castañón, fue también muy gráfico al hablar de lo que le ocurriría si en San Lázaro él votara en favor de esa ley. “Al día siguiente tengo al obispo en el teléfono con el reclamo”, nos dijo.
El dictamen que reforma los artículos 46, 49 y 50 de la citada ley transfiere al Sistema Nacional de Salud las competencias y obligaciones que actualmente tiene la Secretaría de Salud federal en materia de prevención, atención, y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Lo obliga a garantizar la aplicación de la Norma Oficial denominada NOM-046-SSA2-2005, que permite el aborto o la píldora en casos de violación.
“La práctica está autorizada desde 1931”, subrayó la diputada del PRI.
El mencionado dictamen se incluyó en el orden del día de la sesión, luego de que los partidos, a excepción del PES, accedieran a que se quitara del dictamen la garantía de la mencionada norma 046.
La redacción final del polémico artículo 49, fracción XXV del dictamen aprobado en comisiones, había quedado de la siguiente manera:
“Crear programas de capacitación y evaluación para el personal del sector salud respecto de la violencia contra las mujeres, para efecto de garantizar la atención a las víctimas y la aplicación de la normatividad vigente en materia de violencia familiar, sexual y contra las mujeres.
“En el caso de embarazo como consecuencia de una violación, las autoridades garantizarán la atención inmediata de servicios médicos para la víctima; en consideración a su propia voluntad, a su estado de salud y a lo que disponga la ley. La víctima, si no lo hubiere hecho, dará vista a la autoridad competente”.
Pero ni así aceptaron que se llevara al Pleno.
Plascencia habló de la posibilidad de retirar la ley definitivamente y que el asunto quedara en un simple exhorto. “Pero los exhortos son como las llamadas a misa”, ilustró casi resignada.
Más de una vez hemos escuchado que el peor adversario de AMLO es AMLO. El líder de Morena, quien encabeza las preferencias electorales rumbo a 2018, parece empeñado en probarlo. Lo traiciona su carácter vertical, su intolerancia frente a las críticas, su falta de humildad cuando se equivoca. Sus excesos verbales ya le han causado serios problemas en el pasado. ¿Se acuerdan del “cállate, chachalaca”, que le dedicó a Vicente Fox?
Van dos veces que El Peje le pega públicamente a las Fuerzas Armadas, sin aportar prueba alguna de sus dichos.
Algo que no parece muy conveniente para quien aspira a convertirse en comandante del Ejército, la Marina y Fuerza Aérea, a partir del primero de diciembre de 2018.
El primer tropiezo se produjo cuando criticó el operativo de la Marina realizado en Tepic, el pasado mes de febrero, para capturar al H2, líder del Cártel de los Beltrán Leyva.
Andrés Manuel no sólo calificó de “masacre” el operativo, sino que aseguró a los reporteros que tenía información de que había menores entre los ocho sicarios muertos.
Falso.
La segunda se produjo durante la rueda de prensa que apenas ofreció en Washington. El Rey de las Encuestas responsabilizó a las Fuerzas Armadas de la matanza de los 43.
“El reclamo es al Estado, no a nosotros, el reclamo es al régimen, el reclamo tiene que ser a Peña, a las Fuerzas Armadas, a quienes intervinieron en ese crimen”, dijo.
Al tabasqueño le echó a perder su gira por Estados Unidos el aguerrido Antonio Tizapa, padre de uno de los “desaparecidos” de Ayotzinapa.
Fotografías en mano, el hombre se le apareció súbitamente y le cuestionó a gritos los nexos de El Peje con el encarcelado exalcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca, pero también con el entonces gobernador del mismo partido, Ángel Heladio Aguirre.
El Peje anda nervioso. Ayer cuestionó, incluso, la objetividad del reportero Arturo Rodríguez, de la revista Proceso, a pesar de que éste reconoció su error al haber afirmado que le dijo “¡cállate!” al mencionado Tizapa.
Un día antes, Rodríguez escribió en su cuenta de Twitter:
“Recibí tuits afirmando que AMLO no dijo cállate en NY. Aislé audio, eliminé ruido y reduje velocidad. En efecto, dijo “que te vaya bien”.
La contrarrespuesta del tabasqueño se produjo ayer a las 18:55 horas, por la misma vía:
“Se retracta el de Proceso sin dejar de editorializar. Supone que el cállate es parte de “el acento del aludido”. Paladines de la objetividad”.
López Obrador, no hay duda, es el que mejor ha capitalizado el mal humor social del que ha hablado el presidente Peña. Eso lo coloca como el adversario a vencer en 2018.
Hace seis años también lucía como el favorito. Pero cometió error tras error y desairó el debate con los otros aspirantes. Fueron los tiempos del “¡cállate, chachalaca”.
En la Cofepris hay preocupación por las alertas, “sin base estadística”, que se han lanzado en los medios con relación a la influenza. Ni hay epidemia de esa enfermedad ni desabasto del Tamiflu, famoso medicamento que ha salvado tantas vidas.
Si usted va a la farmacia y le dicen que no hay Tamiflu, pida Oseltamivir, que es el genérico, pero es igual de efectivo.
Nos lo dice el titular de la Cofepris, Julio Sánchez y Tépoz, quien este mediodía ofrecerá una rueda de prensa para poner los puntos sobre las íes en este tema.
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