Ministro de Salud de Uruguay: hay utilización "irracional" de algunos costos en salud

Jueves, 24/12/2015

Para Jorge Basso es necesario mejorar el gasto y ser más eficiente en los recursos, ya que el país destina el 9,2% de su PIB, US$ 4.500 millones, al sector.

El Observador. El Ministro de Salud Pública, Jorge Basso, asegura que los objetivos de su gestión apuntan a generar un mejor sistema de salud y de calidad de atención. Entrevistado por Mariano López en El Observador TV, habló de la situación actual del sector sanitario en Uruguay, del nuevo proyecto de salud mental y sobre el corralito mutual que se abre dentro de un mes.

¿Se ha mejorado la calidad en la atención desde que el Frente Amplio está en el gobierno?

En estos ocho años de la reforma de la salud uno de los aspectos sustantivos ha sido lograr una mejor cobertura y como todo, cuando uno amplía la cobertura tiene que poner la lupa en la calidad de los procesos de atención. En la actualidad creo que hay total conciencia de los actores de que es un tema importante, pero ese término hay que bajarlo a tierra.

¿Qué significa calidad en la atención?

Hay un desafío muy fuerte y consolidado de que calidad es más, más, más, de que si voy al médico y no salgo con un montón de recetas y varios pases a especialista parece como que no he tenido una buena calidad. Pero no hay evidencia en el mundo de que eso signifique calidad. Calidad es justamente trabajar con un equipo atento, que escuche qué es lo que quiere el usuario y llegar un acuerdo. Por más exámenes preventivos, si no cambiamos los hábitos esa foto no va a lograr nada, y salir con una bolsa de medicamentos no es adecuado tampoco. El aspecto clave de la calidad comienza en un equipo atento, un buen trato y ponerle racionalidad a los medicamentos.

¿Cuál es el objetivo principal para los próximos años?

El principal desafío de este ministerio es que más de 40 instituciones que existen en el país en salud funcionen con una lógica de sistema. Si cada una de ellas quiere hacer absolutamente todo, en un escenario de competencia por las cuotas Fonasa, y por lo tanto quiere tener todo para poder competir, esos costos son irracionales, no se justifican. Responden a la lógica de competencia y queremos generar un sistema que es más que una suma de estructuras, hay que buscar sinergias y complementaciones. Tenemos el 9,2% del PBI destinado a la salud, son US$ 4.500 millones. No es poca plata, pero hay que mejorar el gasto, que sea más eficiente la utilización irracional de algunos costos que se superponen. Para dar un ejemplo tenemos localidades donde nacen 40 niños con cuatro maternidades. Hay mucha tecnología instalada subutilizada.

¿Cuál es el "cambio de modelo" del proyecto de salud mental?

Dentro de los temas que el sistema tiene que dar señales más potentes de cambios y transformaciones, el tema de salud mental es uno de ellos. También estamos muy preocupados por la salud bucal y por la rehabilitación. En materia de salud mental veníamos con un marco jurídico de 1936, con el modelo asilar instalado y de alguna manera en todas partes del mundo ya ha sido superado. El gran desafío es que estén internados el menor tiempo posible y que haya alternativas a la internación institucional a través de casas de medio camino, de hogares tutelados, de una serie de dispositivos que algunos vienen funcionando y hay que multiplicarlos, para que se pueda deshospitalizar a las personas y tener salida a esas estructuras para que puedan integrarse a la rehabilitación lo más precozmente posible.

¿Debemos tender a que desaparezcan los manicomios?

Obviamente. La propia ley promueve que no se internen más personas en las colonias e ir progresivamente hacia eso. En Uruguay todo es gradual y en la salud, más aún porque hay que vencer una serie de aspectos que tienen que ver con la cultura. La sociedad tiene que incorporar el concepto de que una persona que tiene un trastorno mental puede convivir en una sociedad y no tiene que estar internado lo más lejos posible de la ciudad. Es una visión del siglo XIX.

¿Cuál es la solución para la superpoblación de mutualistas?

Lo que queremos asegurar en el tema de calidad de la atención es que ese aumento de cobertura no se acompañe de indicadores que no sean de buena calidad, y para eso hay que monitorearlos para asegurar que los procesos de atención no se desmonetizen en términos de mejoría.

¿Hay sanción para empresas que demoran mucho en dar atención con especialistas?

Están previstos en el contrato de gestión los plazos que se tienen que cumplir. Ahí siempre se aclara que no es 'fulano de tal' sino que la institución tiene que dar en los plazos que establece el contrato hora con un especialista, quizás no el que quiere el usuario. Ahí puede haber una dificultad. En los modelos de sistema de salud en el mundo que funcionan bien, el médico referente es el estable, los especialistas no, porque no le trasladan el problema. Ese click es el que todavía no se ha asumido acá y es el gran desafío de ese famoso cambio de modelo de atención.

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