Los estadounidenses más ricos viven casi diez años más que los pobres
El acceso a la salud, los ingresos, los estilos de vida y el que los planes sanitarios estatales no están focalizados explican la brecha. Además, casi la mitad de los niños viven bajo la línea de la pobreza en las zonas menos ricas.
Ronnie Cohen / Reuters Health / Clúster Salud. La pobreza reduce un promedio de casi 10 años de la vida de los hombres estadounidenses y siete de las mujeres, según un nuevo estudio. El mismo afirma que cinco estados -Georgia, Illinois, Kentucky, Tennessee y Texas- albergaban a los condados/municipios más ricos y más pobres de la nación, simultáneamente, lo que sugiere que la pobreza proviene no sólo de la falta de recursos, sino de su distribución desigual.
¿Cómo se llegó a este descubrimiento? Deseosos de relevar las disparidades socioeconómicas que pueden esconderse en los datos a nivel estatal, investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal del Este de Tennessee, en Johnson City, reclasificaron a todos los condados de los Estados Unidos en 50 nuevos "estados" basados en el ingreso familiar en lugar de geografía. Luego examinaron la longevidad, el tabaquismo, la obesidad, la pobreza infantil y otra información sanitaria de los lugares más ricos y pobres.
Así, resultó que los hombres, en los lugares más pobres, mueren en promedio casi 10 años antes, a los 69 años de edad, en tanto que sus pares en los condados más ricos, y las mujeres, en los lugares más pobres, mueren en promedio siete años antes, a los 76 años de edad.
"Los resultados deberían ser profundamente preocupantes para todas las personas en el país", escriben los autores del estudio, porque "la esperanza de vida en el estado más pobre cae por debajo de la de más de la mitad de los países del mundo, lo que significa que, en esencia, hay varios países en desarrollo ocultos dentro de las fronteras de los Estados Unidos".
El autor senior Randy Wykoff, dijo en una entrevista telefónica que él esperaba ver diferencias en las tasas de tabaquismo y obesidad, y eso es lo que el estudio mostró: los adultos en los lugares más pobres tenían el doble de probabilidades de fumar y el 50% más probabilidades de ser obesos.
Pero la brecha de esperanza de vida lo sorprendió, agregó Wykoff, quien es decano de la Facultad antes mencionada.
Las cifras sobre la raza y los niños que viven en la pobreza también son abrumadoras.
Los no hispanos afroamericanos tienen 4,5 veces más probabilidades de vivir en las regiones más pobres que en los más ricos, según el estudio. Además, más del 48% de los niños en los lugares más pobres resulto que vivían por debajo de la línea de pobreza federal, mientras que menos del 9% de los niños de los condados más ricos lo hacían.
"Casi la mitad de los niños pequeños crecen en familias de bajos ingresos que no pueden proporcionarles los recursos adecuados para prosperar", escribió el Dr. Neal Halfon en un correo electrónico referido al estudio.
Halfon dirige el Centro para Niños, Familias y Comunidades Más Saludables en la Universidad de California, Los Ángeles; y no estuvo involucrado en la investigación.
"No es difícil ver que los individuos nacidos en estos lugares de bajos ingresos y con pocos recursos tendrán probablemente trayectorias de duración de vida mucho más bajas", dijo. Ello, como efecto de que "el sector público y el sector cívico no han podido elaborar una campaña integral contra la pobreza".
Los autores del estudio sugieren que los programas de salud pública deben ser focalizados más estrechamente que a nivel general, por cada estado. Centrándose, en cambio, en los condados más pobres.
Wykoff advirtió, igualmente, que el no abordar las disparidades económicas, educativas y de salud en los lugares más carentes podría llevar a una mayor ampliación de la brecha entre los ricos y pobres de la nación. Por ello, "esperamos que este estudio refuerce la comprensión de que la pobreza es realmente un factor importante que afecta a la salud", dijo.
Otros países han tenido cierto éxito en la lucha contra la pobreza, reflexionó Halfon. Pero, "desafortunadamente", dijo, los Estados Unidos "no tuvieron la voluntad política ni la inclinación de tomar esta tarea, a pesar de las devastadoras consecuencias a largo y corto plazo".
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