La fama de los cirujanos mexicanos fue creciendo y esto llevó a muchos individuos obesos provenientes de Estados Unidos, Canadá, Centroamérica e incluso Europa a buscar la atención de los cirujanos mexicanos, que tienen entrenamiento formal, están certificados por las autoridades del Colegio y la Secretaría de Salud, y trabajan en hospitales que cuentan, asimismo, con la Certificación de la Cofepris.