Colombia: Se enreda de nuevo el pago a los médicos residentes
La Asociación Nacional de Internos y Residentes cree que el Ministerio de Salud no cumplirá con su promesa de dar 1.200 cupos nuevos para las becas crédito en el 2017. La cartera explica que aún está trabajando para llenar este vacío presupuestal.
El Espectador. En días recientes la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR), hizo público un comunicado expresando su preocupación frente al riesgo que este año el Ministerio de Salud no pueda cumplir con el número de becas crédito que había prometido. Un beneficio que consiste en entregarles dos salarios mínimos a los médicos que se están formando en alguna especialidad para que completen el pago de su matrícula o lo usen para sostenimiento.
Teniendo en cuenta que en Colombia los médicos residentes no reciben ningún tipo de salario y, en cambio, deben pagar matriculas de hasta $14 millones (US$ 4.774), las becas crédito se han convertido en la única ayuda financiera que reciben.
“Hoy con gran preocupación y decepción recibimos comunicación directa de funcionarios de este ministerio, que manifiestan que no se lograron los cupos prometidos, afectando más de 300 médicos en todo el territorio nacional, desconociendo y dando una vez más la espalda a las duras condiciones de un sistema basado en lo económico y olvidando la humanidad de sus prestadores y beneficiarios”, explica la ANIR.
A la promesa a la que se refieren, específicamente, es la que ha intentado perseguir el Ministerio, desde 2012, de aumentar 1.200 cupos para becas crédito cada año. Un misión que, no sin tropiezos, sólo se dejó de cumplir en el 2016 y que, en palabras de la ANIR, estaría en riesgo de no lograrse este año, ya que no se ha logrado conseguir el presupuesto.
Sin embargo, según explicó el doctor Luis Carlos Ortiz Monsalve, director de Desarrollo de Talento Humano en Salud del Ministerio, la cartera no ha dado la batalla por pérdida.
“Para el 2017 se mantiene la voluntad del gobierno de aumentar entre 1.200 y 1.500 los cupos de becas crédito. Ya tenemos recursos garantizados para financiar a los residentes de años anteriores, es decir unos 4.300 cupos, y estamos gestionando otros recursos para la ampliación de los 1.200 nuevos beneficiaros que queremos”, explicó a El Espectador.
El presupuesto con el que ya cuentan son $31.000 millones (US$ 10.571) del Ministerio de Salud y US$ 6.820 del Ministerio de Educación. Para lograr los nuevos cupos, explica, están buscando que el Fondo de Investigación en Salud de Colciencias les seda algunos de sus recursos.
“La ley dice que parte de los recursos de este Fondo puede ir para las becas crédito, hasta el 40%. Aunque, más o menos, necesitamos cerca de $10.000 millones (US$ 3.410), el máximo que nos pueden dar es $24.000 millones (US$ 8.184). Estamos en un proceso de negociación con Colciencias porque queremos asegurar un monto mayor con el que podamos estar tranquilos hasta el 2018”, agregó Ortiz.
Prevenirse ante lo que pueda suceder en el 2018, podría ser una medida astuta, sobre todo porque cada año pareciera que son más las dificultades que se suman para cumplir con esta promesa.
En el 2015, por ejemplo, junto al Icetex, el Ministerio de Salud alcanzó a anunciar que se iban a entregar 500 becas menos que en el 2014. Medida que no se terminó efectuando, ya que los médicos residentes empezaron una campaña de movilización y en redes sociales bajo la etiqueta #YoTambiénTrabajoGratis.
Para el 2016, por su parte, “debido a que fue un año bien complicado en materia fiscal”, cuenta Ortiz, sólo se logró obtener plata para ofrecer 990 becas nuevas, de las cuales 957 ya tienen beneficiaros.
¿Las becas crédito deben ser para todos o para unos cuantos?
Desde hace varios años uno de los puntos de desacuerdo que se repite entre el Ministerio de Salud y la ANIR, es si, según la Ley 100, las becas crédito deberían ser o no un beneficio que deben recibir todos los residentes.
“Contrario a lo dictado por la Ley 100 (la beca crédito), no cobija a todos los residentes en formación, sino que discrimina a los mismos, cobijando solamente a un porcentaje de estos y dejando en situación de riesgo la formación de profesionales capaces”, afirma ANIR en el comunicado.
En palabras de Ortiz, sin embargo, aunque la “lectura de Ley 100 daba a entender eso, la ley 1174 de 2007 dice que las becas tienen unas restricciones por recursos presupuestales, por lo que se deben optimizar para las especializaciones que más se necesitan en el país como pediatría, medicina familiar y anestesiología, entre otros”.
Lo cierto, a la final, es que está por verse si la promesa de aumentar a 1.200 los nuevos cupos cada año es una medida cumplible.
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