Relacionan beber alcohol, incluso moderadamente, con cambios en el cerebro

Miércoles, 07/06/2017
Beber más también estaba vinculado a una "integridad de la materia blanca" más pobre, un factor que describieron como crítico cuando se trata del funcionamiento cognitivo.
Reuters Health

Beber incluso cantidades moderadas de alcohol está relacionado con cambios en la estructura cerebral y un mayor riesgo de empeorar la función cerebral, dijeron científicos.

En un estudio de 30 años que examinó los cerebros de 550 bebedores de mediana edad, bebedores moderados y extremos, los investigadores encontraron que la gente que bebía más alcohol tenía un mayor riesgo de atrofia del hipocampo, una forma de daño cerebral que afecta la memoria y la navegación espacial .

Las personas que bebían más de 30 unidades por semana en promedio tenían el riesgo más alto, pero incluso aquellos que bebieron moderadamente -entre 14 y 21 unidades a la semana- eran mucho más propensos que los abstemios a tener atrofia del hipocampo, dijeron los científicos.

"Y no encontramos ningún apoyo para un efecto protector del consumo ligero en la estructura cerebral", añadieron.

El equipo de investigación, de la Universidad de Oxford y el University College de Londres, dijo que sus resultados respaldaban una reducción reciente de las directrices sobre el límite de consumo de alcohol en Gran Bretaña, pero plantearon preguntas sobre los límites recomendados en los Estados Unidos.

Las guías de los Estados Unidos sugieren que hasta 24,5 unidades de alcohol por semana es seguro para los hombres, pero el estudio encontró un mayor riesgo de cambios en la estructura cerebral de sólo 14 a 21 unidades a la semana.

Una unidad se define como 10 mililitros (ml) de alcohol puro. Hay aproximadamente dos en una cerveza grande, nueve en una botella de vino y uno en un corto de alcohol de 25 ml.

Killian Welch, un neuropsiquiatra del Royal Edinburgh Hospital que no participó directamente en el estudio, dijo que los resultados, publicados en el BMJ British Medical Journal, subrayaban "el argumento de que los hábitos de beber que muchos consideran normales tienen consecuencias adversas para la salud".

"Todos usamos racionalizaciones para justificar la persistencia en estos comportamientos no en nuestro interés a largo plazo. Con estos resultados la justificación de beber "moderadamente" con base en la salud del cerebro se vuelve un poco más difícil", dijo.

El estudio analizó datos sobre la ingesta semanal de alcohol y el rendimiento cognitivo medido repetidamente durante 30 años entre 1985 y 2015 para 550 hombres y mujeres sanos con una edad promedio de 43 al inicio del estudio. Se realizaron pruebas de función cerebral a intervalos regulares, y al final del estudio se les realizó un escáner cerebral de resonancia magnética.

Los científicos descubrieron que un mayor consumo de alcohol se asoció con un mayor riesgo de disminución de la función cerebral después de ajustar varios factores de confusión importantes como género, educación, clase social, actividad física y social, tabaquismo, riesgo de accidente cerebrovascular y antecedentes médicos.

Beber más también estaba vinculado a una "integridad de la materia blanca" más pobre, un factor que describieron como crítico cuando se trata del funcionamiento cognitivo.

Los investigadores observaron que con un estudio observacional como este, no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y el efecto. Sin embargo, agregaron que los hallazgos podrían tener importantes implicaciones de salud pública para un gran sector de la población.

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