Uruguay: Más de 2.000 personas no lo saben pero tienen VIH
La cantidad de muertes registradas por el virus VIH-sida en Uruguay ha ido en aumento desde el 2012 hasta el 2016. Por primera vez en cinco años, recién en 2017 cayó el número de víctimas mortales, con 161 personas fallecidas, frente a los 172 casos del año previo. Si bien el indicio podría interpretarse como una buena noticia, el infectólogo Eduardo Savio, especializado en la enfermedad, advirtió a El Observador que el descenso no significa, necesariamente, un avance para festejar.
"No es una noticia positiva, ya que hoy nadie debería morir de sida en Uruguay. Existen fármacos de muy alta eficiencia que están disponibles en todo el país", aseguró el médico que atendió el primer caso de VIH que se registró en Uruguay, en el año 1983. "Si siguen apareciendo muertes, como sucede, por cierto, en todas partes del mundo, debemos aceptar que aún la gente no tiene conciencia de la epidemia, todavía no se protegen de forma adecuada y, además, el paciente recibe un diagnóstico tardío que complica mucho más las cosas", sostuvo Savio.
De acuerdo a los últimos datos publicados por el Ministerio de Salud Pública (MSP), en Uruguay existen 12.684 personas infectadas con el virus del sida, y más de 2.000 desconocen que tienen la enfermedad. "Sin diagnóstico, no hay tratamiento", alertó el médico. El riesgo está, dijo, en que el paciente no tiene controlado el virus dentro de su cuerpo ni tampoco en el resto de la sociedad, porque un ciudadano podría estar infectando a la población de manera indiscriminada.
"Cuando existe un tratamiento precoz tenemos dos ventajas: el sistema inmunológico del paciente ya no se derrumba más y, además, esa persona deja de ser fuente de transmisión para el resto de la sociedad", detalló el especialista. Según explicó Savio, aquellos pacientes que comienzan el tratamiento a tiempo, y cumplen con la disciplina que el médico les indica, alcanzan a tener en sangre una carga viral indetectable. Eso significa que el virus está totalmente controlado y, aunque lo tenga, el paciente no lo transmite.
"Hoy en día, si un tratamiento no llega a funcionar, se cambia el fármaco, y así hasta que el paciente encuentre uno que tenga éxito en su cuerpo. Y si la persona cumple con lo indicado y demuestra tener una adherencia no inferior al 90%", el virus se volverá indetectable", apuntó Salvio, y remarcó que si el paciente no cumple con la rigurosidad del procedimiento terapéutico, el virus vuelve a emerger, comienza a mutar y se replica nuevamente. Es decir, recae en la enfermedad.
El tratamiento consiste en ingerir de por vida una dosis de fármacos diarios. Incluso es necesario respetar las horas en las que se deben consumir, apuntó el médico. En la actualidad, la cantidad de pastillas puede variar entre dos, tres o cuatro unidades. Un número mucho más ameno del que se debía consumir a finales de la década de 1990, por ejemplo, cuando el paciente tenía que tomar 15 píldoras por día.
Savio opinó que en Uruguay se necesita desarrollar mayor conciencia del peligro que supone la enfermedad. "El MSP podría realizar más campañas que fomenten el diagnóstico precoz, no solo el día que se conmemora la enfermedad, sino siempre", distinguió el especialista y se refirió, además, a la necesidad de estimular y educar a la población para que ella misma solicite el test de VIH para evitar la dispersión. "Si bien la enfermedad no se cura, hoy en día se controla por completo y nadie debería morir por esto", remarcó.
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) infecta las células del sistema inmunitario, alterando y, eventualmente, anulando su función, hasta convertirlo en deficiente. En ese momento el sistema deja de cumplir su función principal, que es defender: luchar contra las infecciones y enfermedades que se produzcan dentro del cuerpo.
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), en cambio, es el término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH, cuando el virus está desarrollado y puede generar otro tipo de enfermedades colaterales graves, como por ejemplo la tuberculosis, neumonía o cáncer.
Un paciente puede convivir con el VIH y nunca llegar a la etapa de sida. Incluso, si cumple con el tratamiento, existen grandes posibilidades de que la carga viral en sangre se transforme en indetectable, que es sinónimo de intransmisible. El paciente vive como una persona normal, sin mayores dificultades.
En caso de que el paciente no reciba un tratamiento a tiempo, la situación es la inversa: la enfermedad se instalará por completo en el organismo y es probable que el paciente se agrave (incluso que muera) por la falta de asistencia terapéutica. En la actualidad, Uruguay tiene a disposición tratamientos eficientes para mantener la carga viral controlada e indetectable en los enfermos y, además, los fármacos contienen reducidos efectos secundarios.
El VIH puede transmitirse por relaciones sexuales vaginales, anales u orales con una persona infectada, la transfusión de sangre contaminada o el uso compartido de agujas, jeringuillas u otros instrumentos punzantes. Asimismo, una madre puede pasárselo a su hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
"Tenemos que romper con el estigma y la discriminación que existe hacia las personas con VIH. El virus no se contagia ni por un abrazo, ni por compartir un mate o por el aire", apuntó Susana Cabrera, directora del Área programática ITS/VIH-Sida del MSP, en rueda de prensa por el Día Nacional del VIH.
El ministro Jorge Basso adelantó que, en los próximos días, se incorporará un nuevo fármaco al Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM) para el tratamiento del VIH que en el mundo es considerado "uno de los mejores", aseguró el jerarca.
Estadísticas en Uruguay
Los últimos datos que publicó el MSP afirman que, en el último año, se diagnosticaron 797 nuevos casos de VIH y 161 personas murieron a causa de la enfermedad. En total, 12.684 personas tienen el virus, pero más de 2.000 conviven con él sin saber que lo poseen. Esa cifra negra de personas que no saben que lo poseen no es un dato estadístico sino una estimación realizada por el MSP en base a cálculos matemáticos, según explicó Savio. El departamento con mayor prevalencia del país es Montevideo, mientras que, Flores no ha registrado diagnósticos en el último año.
El grupo etario que registra mayor número de diagnósticos es el comprendido entre los 25 y 44 años, con 43,6 pacientes infectados cada 100 mil habitantes. Le siguen lo adultos de 45 a 64 años, con una tasa de 28,3 cada 100 mil habitantes. Como novedad, el ministerio anunció que la transmisión vertical, aquella en la que se pasa la infección de madre a hijo, se ha reducido hasta ubicarse por debajo del 2%.
El preservativo masculino sigue siendo el recurso más exitoso para prevenir la enfermedad. Tiene una efectividad del 98%, es descartable, se usa una sola vez y se puede utilizar para relaciones sexuales vaginales, anales u orales.
Todo usuario del Sistema Nacional Integrado de Salud dispone de una cuponera mensual de 15 condones, que puede retirar sin costo en ASSE y a cambio de un tique de medicamentos en el privado.
Comentarios