Recientemente se realizaron campañas de vacunación masiva para detener la transmisión del virus.

Xinhua. Los brotes de fiebre amarilla en Angola y República Democrática del Congo (RDC) están controlados gracias a las campañas de vacunación masiva en los dos países, dijo hoy una experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Los brotes están controlados y no se ha registrado ningún nuevo caso en Angola desde el 23 de junio ni en RDC desde el 12 de julio", dijo Sylvie Briand, directora de Manejo de Peligros Infecciosos de la OMS, en una conferencia de prensa ofrecida después de que la OMS convocó a una reunión centrada en las estrategias futuras para la fiebre amarilla.

Recientemente se realizaron campañas de vacunación masiva para detener la transmisión del virus, pero también se realizaron esfuerzos preventivos para asegurarse de que la transmisión no comenzara de nuevo con el inicio de la temporada de lluvias.

De acuerdo con la experta, siete millones de personas fueron vacunadas en Kinshasa, la capital de RDC, en menos de 10 días. Otros tres millones de personas fueron vacunadas en la zona de la frontera con Angola para evitar la transmisión desde las provincias angoleñas afectadas.

En Angola, cerca de tres millones de personas fueron vacunadas durante la campaña masiva. En total más de 15 millones han sido vacunados en el país, o 65% de la población.

Briand dijo que el riesgo de fiebre amarilla se incrementó en el pasado reciente por la intensa urbanización en Africa, la creciente movilidad de la población dentro de los países afectados y entre las naciones afectadas y el resto del mundo, por los desastres, los conflictos y la movilidad profesional.

Además, el fenómeno de El Niño, responsable de intensas lluvias, estimula una mayor densidad de mosquitos, sobre todo en áreas urbanas.

En 32 países africanos la fiebre amarilla es endémica.

Briand advirtió que aún hay áreas de riesgo. En RDC, más allá de la capital y las provincias fronterizas en donde se llevó a cabo la campaña de vacunación, el resto del país sigue en riesgo.