Cáncer cervical en Bolivia

Lunes, 01/04/2019
Hace falta mejorar el acceso a los servicios de diagnóstico y tratamiento.
La Razón

Con un promedio de 640 muertes al año debido al cáncer cervical, Bolivia es, junto con Guyana y Nicaragua, uno de los países con mayor incidencia y mortalidad en América Latina por esta enfermedad, según la OPS. Por este motivo, organizaciones de salud aprovecharon el Día Mundial Contra el Cáncer Cervical, celebrado ayer, a fin de resaltar la importancia de un diagnóstico precoz para combatir esta dolencia.

Y es que, según explican los expertos, este tipo de cáncer tarda bastantes meses e incluso años en desarrollarse, lo que les da a los especialistas un amplio margen para contrarrestarlo. Sin embargo, un tratamiento exitoso pasa necesariamente por un diagnóstico precoz. De allí que hagan falta evaluaciones periódicas entre las mujeres sexualmente activas para detectar este mal.

Esto porque, no sobra recordar, la células cancerígenas de este mal devienen como consecuencia de ciertas cepas del papiloma humano (VPH), virus que se disemina principalmente a través de las relaciones sexuales. Ahora bien, resulta importante recalcar que no todas las mujeres con infección por VPH padecerán cáncer de cuello uterino. Para que esto se dé se requieren años de persistencia del virus sumado a otros factores de riesgo. Además, el VPH puede ser tratado de manera efectiva cuando se lo identifica a tiempo. Incluso existe una vacuna contra este virus, que se recomienda aplicar a niñas entre los 10 y los 14 años antes de que sean sexualmente activas.

Ahora bien, el examen más común para detectar o descartar afecciones precancerosas en el cuello uterino es el Papanicolaou. Las organizaciones médicas recomiendan que las mujeres comiencen a hacerse exámenes de Papanicolaou de rutina a partir de los 21 años y los repitan cada pocos años. Sin embargo, muchas mujeres no acceden a este tipo de evaluaciones en el país, ora por limitaciones presupuestarias, por la ausencia de centros de salud, por ignorancia, desidia o incluso por vergüenza.

De allí que fechas como la de ayer suelen aprovecharse para recordar a las autoridades respecto a la importancia de impulsar campañas para que la población en general y las mujeres en particular internalicen la importancia de cuidar su salud, realizándose periódicamente exámenes como el Papanicolaou; a tiempo de insistir en la importancia de mantener relaciones sexuales empleando preservativos, especialmente si no se está seguro si la pareja puede ser portadoras del virus papiloma humano o de alguna otra enfermedad de transmisión sexual.

Esto por un lado, pues como bien se sabe también hace falta mejorar, con urgencia, el acceso a los servicios de diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos del cáncer cervical.

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