Cuando las ambulancias llegan tarde

La falta de ambulancias y las carencias en este sector se han ido arrastrando, sexenio tras sexenio, y no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país.

Pero sólo se vuelve visible cada que los medios registran en tiempo real la muerte de otra persona, que fallece esperando una ambulancia, tal como ocurrió, recientemente, con el taxista Javier Zapata, quien pidió ayuda porque tenía un fuerte dolor agudo en el pecho y esperó 50 minutos a que llegara una ambulancia.

Lamentablemente, los servicios de emergencia llegaron únicamente para certificar su muerte. El tema es que todos los días se viven casos como el del señor Javier. La realidad es que si usted tiene dinero, puede solicitar una ambulancia privada que llegará rápido. Pero si no es así, la ambulancia tardará o quizá nunca llegue porque no hay suficientes unidades de emergencia públicas.

El de las ambulancias es un sector que se intentó regular en el sexenio pasado sin buenos resultados. Hoy no hay datos de cuántas ambulancias hay tanto públicas como privadas. Aunque se estima que pueden ser más de seis mil.

El tema es que mientras esto pasa, todo mundo hemos visto en los estacionamientos de los diferentes hospitales del ISSSTE ambulancias que están paradas por meses porque no sirven o requieren de mantenimiento o simplemente no brindan el servicio porque trabajan con una programación de traslados.

En el caso del IMSS, desde el 2015 dejaron de comprar ambulancias y ahora las arrendan. Se estima que tienen mil 500 unidades que dan 1.6 millones de servicios de traslados programados y ordinarios al año.

Y en el caso de la Cruz Roja Mexicana se puede decir que son las mejores, pero, lamentablemente, son insuficientes. Lo mismo ocurre con el Escuadrón de Rescate y Emergencias Médicas (ERUM) de la Ciudad de México. Es curioso, pero los hospitales federales e institutos nacionales de salud no cuentan con ese servicio.

Un dato refleja la necesidad de tener más unidades de emergencia. Sólo la Cruz Roja Mexicana dio un millón 395 mil servicios gratuitos de ambulancia en el 2018. La realidad es que hay millones de familias que tienen que pagar sus propias ambulancias para trasladar a sus enfermos.

Bien decía Dolores Jiménez, esposa de Javier Zapata: “Si hubiera llegado a tiempo la ambulancia, otra sería la historia de mi esposo. Esto debe cambiar, hoy fuimos nosotros, mañana será otra familia la que pierda a un ser querido porque no llegó la ayuda”.

Sería bueno que en la universalización de los servicios de salud, también se sumen las ambulancias cuya atención sea igual para todos, sin importar en qué parte de la República se encuentren.

Abatelenguas

Ahora que hay anuncios de próximas denuncias de corrupción en el sector salud, hay que decir que es bueno que se revise con lupa todo, porque desde hace tiempo, el rumor generalizado es que esta área era la caja chica de muchos negocios turbios que no sólo involucran al gobierno, sino también a empresas y sectores particulares.

Aquí es importante tener presente el compromiso que les pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador a los empresarios para que ellos también combatan la corrupción, porque está no se entiende sin la participación de particulares, en temas tan sencillos como los sobreprecios de las medicinas.

Bajo el microscopio

Se cumplen 100 días del gobierno de López Obrador. Y en salud, si bien se podría decir que son pocas las acciones realizadas, lo cierto es que la nueva administración se ha topado con problemas muy serios que no se pueden resolver de la noche a la mañana: 87 mil trabajadores de salud eventuales, que no tienen plazas; más de 250 hospitales inconclusos, sin terminar o que les falta plantilla y equipo médico y deudas que arrastran los estados y que la Federación debe intervenir.

Pero también es verdad que la presente administración federal necesita acelerar sus pasos y comenzar ya a implementar sus planes de acción, porque hasta la fecha sigue estático el sector salud.