El dolor de perder a un hijo en gestación

Martes, 24/10/2017
Por Andrea López, Académica de la Facultad de Medicina y Directora del Diplomado de Manejo Integral del Duelo Perinatal, y Diana Paredes, Académica de la Facultad de Medicina de la U. San Sebastián.
Andrea López y Diana Paredes

El embarazo es un estado que suele cursar con profundas expectativas en el entorno familiar y además, con una gran ilusión en los padres respecto de cómo será el hijo esperado y el camino familiar de ahora en adelante. Incluso es frecuente que las parejas fantaseen con un ideal sobre el carácter físico y emocional del hijo en gestación. Todas estas opiniones van generando de manera progresiva un espacio emocional de vinculación afectiva con el hijo.

Cuando una mujer y su familia enfrentan el quiebre emocional que supone el fallecimiento del hijo en gestación o recién nacido, ocurre un duelo perinatal, el que se caracteriza por un intenso dolor, sentimientos ambivalentes y por ser muy difícil de entender en su justa dimensión para el entorno social de estas familias.

La investigación actual en duelo perinatal nos dice que estas pérdidas suelen ser invisibilizadas por los cercanos y el entorno social de la familia, quienes no comprenden ni validan el vínculo madre-padre-hijo porque no lo experimentaron y solo fueron testigos de una ilusión que no se concretó.

Sin embargo, no se puede anular el hecho que la madre sí tuvo la experiencia física, ya sea de cambios corporales, percepción de movimientos e incluso de amamantar para luego y de manera súbita, ver como la esperanza de vida se transforma en muerte.

En ese contexto, el rol del profesional de la salud es muy importante frente al apoyo que se puede brindar a esa mujer y su familia. Octubre, es el mes de concientización sobre el duelo perinatal, momento para detenernos a pensar en cómo avanzar.

El equipo de salud debe orientar de manera clara y concisa, permitiéndoles a los padres tomar decisiones complejas pero necesarias, como el tipo de parto y la posibilidad de estar con el hijo el tiempo que sea posible, incluso dar las facilidades para un espacio de intimidad para despedirse de su hijo. El cómo esas familias viven dicho proceso será clave en la vivencia del duelo.

Sobre todo a comprender que las personas que han vivido o viven esta situación necesitan que su dolor sea respetado y validado socialmente; invita a reflexionar también que necesitan asistencia médica con protocolos de abordaje integral en situaciones de duelo perinatal, ya que perder un hijo en gestación es tal vez, uno de los mayores sufrimientos que una familia puede experimentar porque aunque la vida fue corta, sí existió y tiene derecho a una memoria, a un nombre y a un ritual de despedida.

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