El IMSS buscará más cobertura con menos presupuesto

Jueves, 20/12/2018
Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economitsta.
Maribel R. Coronel / El Economista

Si alguien pensaba que dentro de todo el reacomodo presupuestal el ganón iba a ser el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque se llevaría los recursos del Seguro Popular, pues la noticia es que realmente no. En vez de eso, todo parece indicar que al IMSS le podría tocar bailar con la más fea.

El escenario para Germán Martínez y su equipo directivo es, por decir lo menos, retador.

Es cierto que, conforme lo que está definiendo el gobierno entrante, el IMSS recibirá los recursos del Seguro Popular, pero en los hechos tendrá que arreglárselas con ese dinero para atender a muchos millones de personas más.

El incremento de presupuesto para el IMSS será de 67.454 millones de pesos (US$ 3.358 millones). Es una bolsa nada desdeñable. Habrá que ver cómo se irán ejerciendo en principio los 50.000 millones de pesos (US$ 2.489 millones) a ser canalizados a los 16 estados incorporados al nuevo esquema de salud federalizado, anunciado el viernes pasado en Mérida, Yucatán.

Por lo pronto iremos viendo de qué manera se irán cubriendo los casi 15,9 millones de personas agregadas de la región sur-sureste -incluidos Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo- que son las primera ocho entidades federativas donde arrancará el Acuerdo para Garantizar el Derecho de Acceso a los Servicios de Salud y Medicamentos Gratuitos de la Población sin Seguridad Social anunciado la semana pasada.

El punto es que si hablamos de totales, el IMSS tendrá que sumar sus casi 57 millones de derechohabientes con los más de 57 millones de afiliados al Seguro Popular, evidentemente baja la cifra proporcional que tendrá el organismo para cada uno.

Aquí hay que restar a los duplicados que son considerables. Pero aún así, el gasto per cápita del IMSS se reduciría de 4.290 millones a 4.016 millones de 2018 al 2019.

Esto, conforme el clarificador análisis presentado ayer por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (@ciepmx) que dirige Héctor Villarreal. Sus analistas reportan que la insuficiencia del presupuesto para salud se refleja nítidamente en esa disminución del gasto per cápita del IMSS, ya que el incremento de su presupuesto no compensará el incremento en población que deberá atender a partir de la desaparición del Seguro Popular.

Aquí hay que decir que los afectados serán los derechohabientes del Seguro Social pues se diluirá el presupuesto para cada uno.

Justamente ahí está el reto para el organismo que lleva Germán Martínez, en ver que esa dilución no sea muy notoria en los servicios y la atención médica porque los pacientes del Seguro Social ya vienen sufriendo un deterioro de la infraestructura y una sobresaturación de hospitales desde hace años, que si bien se ha tratado de compensar con programas de eficiencia, no ha sido suficiente.

La reasignación del gasto de algunos programas específicos de la Secretaría de Salud que se dirigirá a programas del IMSS, no será suficiente para cubrir el incremento de su población atendida que prácticamente al final del proceso se duplicará.

Martínez lo debe tener muy claro. Es evidente que su plan de austeridad anunciado hace unos días para reducir el gasto corriente o administrativo en más de 4.200 millones de pesos (US$ 209 millones), ya anticipaba lo que venía.

Un punto destacable que hay que reconocer es que el planteamiento del presupuesto propuesto por el Ejecutivo al Legislativo, que veremos si no lo mueve, realmente sí busca reducir la brecha en la cobertura. El monto de gasto por persona en el IMSS se redujo, en tanto que el gasto por persona del Seguro Popular se incrementó, algo loable pues va en favor de una justicia social necesaria desde hace muchas décadas.

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