Buena noticia saber que la infraestructura hospitalaria severamente afectada por el sismo está protegida con seguro de daños, al menos la del Instituto Mexicano del Seguro Social que lleva Mikel Arriola. Y es más relevante ante la frágil condición financiera del organismo que no se podría dar el lujo de enfrentar una eventualidad de tal magnitud como los costos que implica la reconstrucción de ocho hospitales.

Es la ventaja cuando se invierte en forma preventiva. Conforme el director de Administración del Instituto, Patricio Caso, Seguros Banorte es la compañía aseguradora contratada y, aunque habrá que ver hasta cuánto abarca la cobertura, seguramente es un alivio para el sector salud porque los costos que implicarán la rehabilitación y normalización de los hospitales dañados serán asumidos por la compañía aseguradora.

Probablemente el Instituto tendrá que pagar algún deducible, pero nada que ver con lo que hubiera tenido que desembolsar el IMSS si no hubiera contratado dicho seguro con Banorte.

Los hospitales más afectados fueron ocho, y de ellos, los siguientes cuatro son los más comprometidos, que quedaron inoperables e implican reparación mayor:

1. El hospital San Alejandro, en Puebla, el cual ya fue desocupado y junto con el Sindicato del IMSS está trabajando para reasignar al personal a otros hospitales aledaños de segundo nivel y UMAE en Puebla, y al mismo tiempo se tendrá que robustecer otros hospitales de la Ciudad de México y Veracruz que tendrán que atender la demanda dejada por el San Alejandro.

2. El Hospital General de Zona número 32 de Villa Coapa (ubicado en la zona donde estaba la escuela Enrique Rébsamen) no tiene daños estructurales, nos dice Caso, pero sus afectaciones en la escalera de emergencia y en la conexión entre los pisos le impidió operar adecuadamente, de modo que también fue evacuado. Los médicos y los trabajadores de todas las categorías fueron reubicados por seis meses a otros hospitales de la ciudad y tienen garantizadas sus condiciones laborales.

3. El Hospital de Cuautla es más chico, pero sí sufrió daños estructurales, y aunque aún está por terminar el dictamen, fue evacuado, y en lo que es rehabilitado su demanda será cubierta por otros nosocomios de Morelos, Ciudad de México y Puebla.

4. El Hospital Ignacio Zaragoza número 25 (ubicado en la salida a Puebla), también con daños considerables, aunque no estructurales, se aprovechará para renovarlo por completo pues de hecho ya había el proyecto de hacerlo desde antes del sismo. Por lo pronto ya no tiene área de hospitalización y sólo opera su área de urgencias y atención externa, pero la idea es desalojarlo totalmente.

Hay otros cuatro hospitales cerrados por daños que el IMSS ubica con necesidad de reparación, pero no tan profunda. Entre estos están las unidades 68 y 196 del Estado de México, el Hospital de GinecoObstetricia -llamada Gineco 3- en Magdalena de las Salinas y cinco unidades de quirófanos en la Clínica de Metepec. Se prevé que regresen a laborar en tres semanas e ir normalizando gradualmente operaciones.

Sin minimizar los daños del sismo en la infraestructura hospitalaria en el centro del país, hay que decir que el IMSS opera 296 hospitales. Por eso es que dice que apenas 1,3% de sus instalaciones son las afectadas.

Caso calcula que la reconstrucción tardará unos siete meses, previendo que para abril o mayo del 2018 ya se esté normalizando la operación de toda su infraestructura hospitalaria. Ya iremos sabiendo lo relativo a otros hospitales de la zona afectada por el temblor que no son del IMSS, como los que operan los gobiernos estatales y la Ciudad de México.