Industrializada, personalizada e inclusiva: el futuro de la salud en América Latina
La mayoría de las personas tenemos en nuestros teléfonos aplicaciones relacionadas con la salud que nos indican cuántos pasos damos, qué cantidad de calorías quemamos o cuántas horas dormimos. Llevar un control de la salud y los signos vitales ya es parte de la rutina del día a día, y se espera, según Americas Market Intelligence, que el mercado de sensores portátiles en América Latina crezca un 40% al año de aquí al 2020. Sin embargo, lo que falta es integrar todos estos datos en un sistema inteligente. Por ejemplo, que al pesarnos los datos se envíen automáticamente al nutricionista o que un especialista reciba datos en tiempo real sobre nuestros patrones y calidad de sueño.
La gestión de datos y la penetración de la tecnología en América Latina han avanzado a velocidades inimaginables y ofrecen increíbles oportunidades para la transformación de la industria de la salud. Como señala Global Health Intelligence, en lo que respecta a la adopción de algunos de los componentes de esta revolución de datos, la región está atrasada en comparación a otras naciones, pero ha hecho grandes progresos en los últimos años. Países como México, Brasil, Perú y Chile, entre otros, tienen ya sistemas nacionales de registro médico electrónico (EMR, por sus siglas en inglés). Chile cuenta con una tasa de implementación de EMR del 73 % en hospitales, mientras que los hospitales uruguayos lo han hecho a razón del 63%. Además, los hospitales colombianos (51%) también adoptaron este sistema de registros de alta tecnología.
Con el fin de crear un sistema de salud que sea sostenible para las futuras generaciones en América Latina, debemos brindar servicios de salud personalizados, industrializados e inclusivos.
En este contexto de constante cambio, es fundamental acompañar a los profesionales de la salud a lo largo de su transformación tecnológica asegurando que aprovechen al máximo su potencial. Es importante comprender sus metas y desafíos, ofrecerles soluciones y modelos de negocio innovadores que se adapten a estas necesidades específicas y al mismo tiempo, permitirle a la población en general adoptar un rol activo en el control de su salud a través de tecnologías interconectadas para la salud.
Con el fin de crear un sistema de salud que sea sostenible para las futuras generaciones en América Latina, debemos brindar servicios de salud personalizados, industrializados e inclusivos.
La revolución de datos está permitiendo a las personas llevar vidas más saludables mediante el uso de dispositivos conectados. Ahora, gracias a innovaciones como la nube y la Internet de las cosas, los consumidores pueden hacer un seguimiento de su salud de manera totalmente personalizada. En ese camino, es necesario enseñarles a optimizar el potencial de esta revolución. Por ejemplo, frente a los datos del paciente, el profesional podría identificar y tratar un problema de salud antes de que empeore. Lo mismo con una enfermedad existente, que se puede tratar y monitorear desde la comodidad del hogar del paciente.
El poder de la tecnología digital, la inteligencia artificial y los datos masivos, está dando lugar a la creación de sistemas de salud cada vez más integrados y modelos de atención industrializados. Al hacer uso de estas tecnologías, los profesionales de la salud logran mayor eficiencia y aumentan la productividad, lo que da lugar a mejores resultados y reducción de los costos operativos. Un buen ejemplo de atención industrializada es el departamento de salud de Abu Dhabi, que llevó a cabo exámenes clínicos de toda su población a fin de desarrollar un plan de salud adaptado a las necesidades específicas del país según los problemas reales (como la diabetes y el colesterol alto) y no los problemas teóricos.
En Brasil, tanto los profesionales de la salud como la población en general, están de acuerdo en que la tecnología conectada es importante para una variedad de facetas de la salud, incluyendo la integración
Nos estamos enfrentando al creciente desafío de proporcionar una atención más inclusiva y ofrecer acceso a la salud a más personas. Para lograr este objetivo, debemos centrarnos en soluciones integradas: combinaciones únicas de sistemas, software y servicios desarrollados en respuesta a la perspectiva de los consumidores y adaptados para resolver necesidades específicas. Tasy es una solución informática de salud muy interesante desarrollada por Philips en Brasil. Como una de las soluciones líderes en gestión de EMR y otros modelos clínicos, apoya la digitalización de los flujos de trabajo, actualiza y comparte los registros de salud dentro de los hospitales, y ofrece monitoreo en tiempo real, como también asistencia en la toma de decisiones clínicas a fin de optimizar la coordinación de la atención médica. Creemos que, en un futuro próximo, Tasy permitirá a los profesionales de la salud compartir los datos más allá de las redes del hospital con otros médicos y con los mismos pacientes, convirtiéndose en una forma todavía más eficiente de mejorar la salud de la población, siempre adhiriéndose a los protocolos adecuados de seguridad cibernética.
El Future Health Index 2017 encuestó a más de 33.000 personas en 19 países para saber cómo están posicionados los sistemas de salud para satisfacer las necesidades de salud globales en el largo plazo a través de la adopción e integración de tecnologías interconectadas para la salud. Los resultados ofrecen un panorama relevante acerca de la implementación, el uso y el conocimiento de estas tecnologías.
En Brasil, tanto los profesionales de la salud como la población en general, están de acuerdo en que la tecnología conectada es importante para una variedad de facetas de la salud, incluyendo la integración. Solo una de cada cinco personas (21%) cree estar algo o extremadamente bien informada sobre las tecnologías interconectadas para la salud. Sin embargo, el estudio indica que los profesionales de la salud están seguros de que sus pacientes saben cómo usar estas tecnologías. Datos como este permiten tener una mejor idea de cómo unificar los procesos de sistemas de salud y los datos a través de la tecnología, para ofrecer un tratamiento asequible e inteligente para el manejo de la salud poblacional.
Las tecnologías interconectadas para la salud son esenciales para el futuro de los sistemas de salud del mundo. Vemos una enorme oportunidad de aumentar su implementación y uso en América Latina, no solo entre los sistemas de salud y los médicos, sino también entre los consumidores. Lo fundamental será ofrecer mayor educación y aumentar la inversión mediante soluciones y modelos de negocio personalizados que permitan lograr eficiencia, aumentar el valor y mejorar los resultados en la salud. Debemos aprovechar el potencial de la cuarta revolución industrial para crear el futuro sostenible e inclusivo en el que queremos vivir.
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