La nueva normalidad y la importancia de la toma de temperatura corporal

Los comercios, oficinas, fábricas, restaurantes, hospitales, centros comerciales, entre otras organizaciones se han visto en la necesidad de ajustar sus procesos para garantizar la seguridad de colaboradores y clientes que visitan sus instalaciones. Entre los lineamientos que prevalecen está el de la toma de temperatura al ingresar a cualquier instalación, ya que esto permite detectar anomalías en la salud de las personas y de esta forma evitar el riesgo de contagio infeccioso en espacios concurridos. 

Según un análisis realizado por la OMS basado en un estudio con 56 mil pacientes, el 80% de los contagiados de COVID 19 desarrolla síntomas leves como: fiebre, tos y, en algunos casos, neumonía. Por esta razón se debe tomar la temperatura al ingresar a cualquier instalación para prevenir el ingreso de personas que puedan propagar el virus.

Hoy en día existen aparatos tecnológicos que ayudan a hacer más eficiente el proceso de detección de temperatura elevada mediante la medición térmica en tiempo real y sin contacto físico. Muchas empresas de tecnología y seguridad cuentan con cámaras termográficas infrarrojas, capaces de escanear grandes grupos de personas simultáneamente, detectar alguna anomalía térmica y así evitar el ingreso de personas que sean un posible foco de infección.

La toma de temperatura a través de las cámaras termográficas infrarrojas es tan fiable que se ha trabajado y perfeccionado desde 1999 con el fin de prevenir y controlar algunas epidemias asiáticas; por ejemplo, en 2003 con la aparición del SARS se instalaron los primeros puestos fijos de medición de temperatura en aeropuertos de Asia, gracias a que contribuían a detectar de manera más eficiente a personas infectadas. 

Actualmente existen cámaras termográficas capaces de medir hasta 5 mil personas en 30 minutos, la equivalencia de tiempo con un termómetro de frente es de 4.2 horas, por lo que, ante la necesidad de fortalecer las medidas preventivas establecidas por la OMS para evitar la propagación de COVID-19, estas cámaras se han instaurado con gran aceptación en espacios públicos como bancos, centros comerciales, restaurantes, tiendas departamentales, aeropuertos, estaciones de tren, oficinas, hospitales, supermercados y colegios de países de Europa, Asia y América Latina.

Sin lugar a duda la tecnología hoy más que nunca es nuestra gran aliada que nos proporciona soluciones tecnológicas más avanzadas, eficientes y prácticas que ayudan a las instituciones a evitar la propagación de enfermedades, a detectar de manera rápida y de forma segura a las personas que presenten fiebre y puedan convertirse en foco de contagio de enfermedades. Al hacer uso de la tecnología como es el caso de las cámaras infrarrojas en nuestras instalaciones podemos contribuir juntos al combate del COVID-19.