México: Misma hemofilia, diferente trato

Jueves, 13/09/2018
Si va al IMSS, al ISSSTE o a los hospitales de las secretarías de Marina y Defensa Nacional contará con mejores tratamientos que si sólo tiene Seguro Popular o acude a los hospitales estatales.
Ruth Rodríguez / Excélsior

En México quien tiene hemofilia, enfermedad que afecta la coagulación de la sangre, recibe una atención diferente, dependiendo de la institución de salud a la que está afiliado. Si va al IMSS, al ISSSTE o a los hospitales de las secretarías de Marina y Defensa Nacional contará con mejores tratamientos que si sólo tiene Seguro Popular o acude a los hospitales estatales.

Es parte de los problemas a los que se enfrenta la población más pobre del país, porque en el Seguro Popular o en los hospitales estatales, por ejemplo, la cobertura de los niños con esta enfermedad sólo los protege hasta los diez años.

Los médicos y los padres de familia se preguntan por qué la cobertura llega hasta esa edad, si la hemofilia es una enfermedad hereditaria que no tiene cura, y se estima que afecta a más de seis mil mexicanos.

Cecilia Rodríguez Castillejos, hematóloga pediatra del Hospital Materno Infantil del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, explica que las personas que padecen hemofilia tipo A o B tienen una deficiencia de una proteína en sangre llamada factor de coagulación, (ya sea el factor VIII o el IX), que ayuda a controlar el sangrado.

Menciona que al tener que aplicar el reemplazo de los factores deficientes a los pacientes con hemofilia, cada tercer día, en muchas instituciones se les acaba el producto y el dinero, por lo que optan por transfundir a los pacientes, situación que ya no debería ocurrir porque hay muchos riesgos a la salud, entre ellos, que adquieran VIH-Sida, hepatitis, así como el desarrollo de inhibidores frente a los tratamientos de reemplazo del factor VIII.

Al tener un bajo índice de adherencia al tratamiento, ese paciente será más vulnerable a las hemorragias y a que tenga que ser sometido a intervenciones quirúrgicas.

De acuerdo con datos del IMSS, el costo anual sólo en el consumo de factores hemostáticos es de 657 millones, 186 mil 987 pesos (US$ 34,5 millones). Y cuando atienden a pacientes que no han cursado por profilaxis es de 230 millones 985 mil 265 pesos (US$ 12,1 millones) y con profilaxis (es decir, recibe el factor faltante en su sangre de manera preventiva sin que tenga que cursar por una hemorragia) es de siete millones 494 mil 371 pesos (US$ 393.644).

Durante el seminario “De la A a la B de la Hemofilia”, realizado por la empresa farmacéutica Roche, su gerente médico Rodolfo Guajardo anunció que ha llegado a México un nuevo tratamiento profiláctico para los pacientes con hemofilia A, donde se encuentra 80% de los casos, que ayudará al enfermo a tener una mayor adherencia al tratamiento y a reducir el número de sangrados. Pero de momento está en análisis para su aprobación por parte de la Cofepris, Y todavía no se conoce cuál será su precio.

Abatelenguas

Para Francisco López Brito, expresidente de la Comisión de Salud, de la Cámara de Senadores, no se avanzó en la reforma del sector salud encaminada a la cobertura universal de salud, porque al gobierno federal no quiso meterse en problemas con los diversos sindicatos de salud, especialmente después de lo que vivieron con las reformas energética y educativa.

De ahí que el gobierno federal lo único que hizo fue firmar convenios entre las distintas instituciones de salud como el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud para cruzar servicios médicos, en un intento, muy limitado, de cobertura universal.

Bajo el microscopio

A cuatro meses de que termine el sexenio, el balance para el sector salud no es tan bueno como dicen los miles de spots de estos días, en parte, porque el recorte que sufrió este ramo de más de 40 mil millones de pesos (US$ 2.101 millones) afectó a diversos programas. Como resultado de ello, la administración de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con su sexto y último informe de gobierno, quedan varios pendientes, entre ellos, disminuir la mortalidad materna en zonas como Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Pero especialmente, reducir la obesidad, sobrepeso y diabetes, que han ocasionado en los últimos 16 años un millón 200 mil muertes. Tarea que tendrá que retomar la próxima administración.

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