México necesita incrementar y mejorar su capacidad hospitalaria

Miércoles, 28/06/2017
Por Jaime Lara, Managing Director, Social Infrastructure - Macquarie Infrastructure and Real Assets.
Jaime Lara

Actualmente el sector público tiene limitantes presupuestarias importantes y, por lo tanto, es el sector privado el que puede aprovechar esta coyuntura para seguir creciendo y continuar dándole servicio principalmente a la clase media que tiene una preferencia para recibir tratamiento médico privado. Esto permitiría que el sector público continuara enfocándose en atender a los sectores de la población que requieren atención gratuita o subsidiada.

Algunos de los beneficios que la población podría ver como resultado de una consolidación y crecimiento del sector hospitalario privado son: redes de hospitales con un funcionamiento más eficiente, acceso a mejor equipo y a servicios especializados sin necesidad de trasladarse grandes distancias, y el hecho de que estas redes de hospitales puedan dar mayor visibilidad de costos a las aseguradoras, lo que a su vez podría traducirse en un mejor precio de prima de seguro para sus clientes y asegurados.

De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y a estudios de la Fundación Mexicana para la Salud, A.C. (Funsalud), México cuenta con algo más de tres mil hospitales privados y aproximadamente 1.6 camas por cada mil habitantes entre el sector público y privado. Son cifras bajas, considerando que Estados Unidos cuenta con un promedio de casi 3 camas por cada mil habitantes. Incluso hay países como Japón, que una población de 126 millones de habitantes[i] (similar a los 127 millones de habitantes en México[ii]), cuenta con más de 10 camas por cada mil habitantes. Es por esto que el consenso de los expertos es que México debería doblar su capacidad hospitalaria, medida en número de camas, de hoy a 2030.

Para lograrlo, creemos que el sector privado puede ser la clave en los próximos años. El problema actual es que la mayoría de estos más de tres mil hospitales privados son  pequeños e independientes, y generalmente fueron fundados por individuos o grupos médicos pequeños y medianos. A pesar de tener quizá hasta 40 ó 50 años de experiencia, no tienen los recursos económicos para adquirir más hospitales o expandir los ya existentes y es por eso que necesitan un socio que aporte el capital para continuar con su plan de crecimiento. 

En Macquarie estamos identificando a los grupos médicos que hay en México que tienen mucha experiencia en la operación de hospitales y la visión para crecer, pero no precisamente el capital necesario para realizar esta consolidación del sector privado. Comprar hospitales es muy intensivo en capital; aproximadamente el 70% del costo de adquisición corresponde al inmueble, un activo que, si bien es necesario, no aporta tanto valor estratégico para grupos médicos enfocados en el negocio de la operación médica. Por lo tanto, tener un socio que adquiera los inmuebles para darlos en arrendamiento a estos grupos médicos, podría facilitar a estos grupos la compra de más hospitales y la expansión de los ya existentes. Este esquema  permite a los grupos hospitalarios centrarse en lo que son expertos, la salud de sus pacientes, reduciendo el riesgo y costo de adquirir el inmueble.

Esto mismo ya existe a gran escala en Estados Unidos a través de varios Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (conocidos como “REITs”, por sus siglas en inglés), que en México conocemos como FIBRAs. Estos se dedican exclusivamente a adquirir hospitales y arrendarlos a grupos hospitalarios. Es una tendencia que vemos  a futuro  en México, en donde el mercado podría evolucionar hacia uno o más FIBRAs orientados al sector salud.

México es un país con una población joven pero que incrementalmente sufre de enfermedades crónicas. A medida que siga creciendo y envejezca, nuestra población va a necesitar mayores servicios médicos, mismos que actualmente el país no está en posibilidades de brindar. Debido a las restricciones presupuestarias del sector público, el sector privado puede convertirse en parte de la solución, adoptando esquemas como el que proponemos en Macquarie para poder crecer y consolidarse de una manera más eficiente y rápida. La clave para esta consolidación del sector privado está en que estos grupos hospitalarios apuesten por buscar un socio que conozca el mercado inmobiliario y de infraestructura social y que les permita adquirir y desarrollar nuevos hospitales reduciendo riesgos que vayan más allá de su área de experiencia que es la salud. 

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