Por arrancar el mercado de cannabis legal en México

Miércoles, 13/12/2017
Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
Maribel R. Coronel

Está por salir el dictamen final del reglamento bajo el que regirá la comercialización y producción de productos de cannabis y otros derivados de la reivindicada mariguana.

Ello no significa que de inmediato se abrirá un mercado masivo de Cannabis legal en México y que por todos lados podremos comprar productos de mariguana en todas las modalidades. Se trata del primer paso de una apertura donde por lo pronto se podrán vender medicamentos con cannabis, pero también otros productos que no tienen que ver con lo medicinal. Por ejemplo bebidas y alimentos que buscarán aprovechar el sabor y no la sustancia activa, pues ésta, con todo y la reforma, en su parte psicotrópica se mantiene restringida.

La novedad es que también se permitirá hacer investigación y desarrollo con cannabis. Para ello la Secretaria de Salud, que lleva el doctor José Narro hizo el respectivo reglamento, y está por culminar su consulta pública a cargo de la Cofemer que lleva Mario Emilio Gutiérrez. 

Se permite igualmente importar las sustancias derivadas del cannabis para usarlas como materia prima para la fabricación de productos. Países como Costa Rica y Canadá ya están produciendo y podrían ser proveedores.

Lo que sigue siendo ilegal en México, y ello lo dejó muy claro el Legislativo,, es la siembra y cosecha de la hierba en forma masiva. Para las investigaciones se permitirá en forma muy acotada, y ello será en función del protocolo aprobado por la Cofepris que encabeza el comisionado Julio Sánchez y Tepoz.

Han surgido recientes voces que reclaman el porqué no se legaliza la siembra y cosecha pero esa discusión ya se dio en su momento en los foros previos a la aprobación y el consenso fue que no.

El titular de Cofepris, Julio Sánchez y Tepoz, nos dice que conforme la ley aprobada sí se permitirá sembrar mariguana en razón de las investigaciones que se aprueben, pero será en fracciones de terreno muy específicas; por supuesto que para una investigación no se requerirán hectáreas. 

Otro tema es que si un laboratorio farmacéutico quiere producir medicamentos con Cannabis en México, lo podrá hacer, y necesitará materia prima, pero como no es posible producirla, la opción que tiene es importarla. Eso si está permitido.

Y aquí, aunque puede ser criticable desde varios enfoques, el que se permita la importación de cannabis y no la producción ni siembra ni cosecha (cuando es evidente que tenemos una vocación nata de productores de mariguana y se hace en forma ilegal), la verdad es que si se legalizaría se requeriría toda una infraestructura y profunda vigilancia para que esas producciones fueran adecuadas, de calidad y con una serie de factores para los cuales hay que recorrer un camino. Habrá que considerarlo hacia el futuro. Canadá por ejemplo ya ha ido formando toda una estructura de regulación y vigilancia de los terrenos donde se produce mariguana; son solo 8 productores y aún así ha implicado grandes retos para la autoridad sanitaria. 

Así como se ve, para el equipo de Sánchez y Tepoz ha de haber sido un descanso el que finalmente no se haya legalizado más que la importación e investigación, que de cualquier manera será un aprendizaje interesante de este nuevo proceso y nuevas mitas de la planta hoy revaloriza y antes estigmatizada.

Ahora, está por verse que vaya a ser un gran negocio, en particular la Cannabis para uso medicinal. Las autoridades y los empresarios en Mexico consideran qué hay pocos productos dedicados a un número reducido de enfermedades; eso es por lo pronto pero conforme se vayan autorizando los protocolos de investigación ya se irá viendo si se abren opciones para más Enfermedades, más allá de la epilepsia y el manejo de dolor para lo que hoy se está utilizando la terapia con cannabis en otros países.

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