Salud, vuelta al pasado para corregir el presente

Viernes, 21/12/2018
Por Ruth Rodríguez, para Excélsior.
Ruth Rodríguez / Excélsior


Con el nuevo plan de salud de Andrés Manuel López Obrador volvemos al pasado, porque de nueva cuenta regresamos a la federalización del sistema de salud y porque se desaparecerá al Seguro Popular.

Hace nueve secretarios de Salud, en la década de los ochenta, en la época del entonces secretario de salud, Guillermo Soberón, inició, con el llamado neoliberalismo, una descentralización de los servicios de salud para que los estados se hicieran responsables de este servicio.

Pero ¿qué pasó después de todo este tiempo? Que al final la descentralización no funcionó, por los grandes problemas de corrupción que se dieron, principalmente, en los estados, donde ya no se tenía el control del dinero y su destino final muchas veces ya no era para la salud de la población. En otras palabras, no sabemos si el modelo falló o lo que falló fue la corrupción que envolvió al propio sistema de salud, convirtiéndose en el principal mal que afectó la salud de los mexicanos.

Lo mismo pasó con el Seguro Popular, que llegó en 2004, con la transición y la caída, por primera vez, del régimen de partido, del PRI, en la Presidencia.

Para unos, con el Seguro se recargaron los sistemas del IMSS, ISSSTE y Ssa y se perdieron recursos para estas dependencias. Pero para otros, el Seguro, que fue reconocido internacionalmente, no falló, lo que falló fue que los estados corrompieron el sistema y desviaron los recursos. De ahí que tengamos decenas de hospitales inacabados, hospitales saturados y clínicas sin servicios y sin medicinas.

Por eso es que ahora todo regresa al centro, al gobierno federal de la administración del presidente López Obrador. Para controlar el sistema de salud directamente y para manejar los recursos económicos también desde el centro. El gran reto será que en el centro no se vuelvan a corromper. Y que si bien no van sancionar a los corruptos que hicieron que todo fallara, por el famoso punto final, sí se tiene que depurar y sanear el sistema de esa gente y de sus vicios. Porque si no, la corrupción va a matar a la Cuarta Transformación en materia de salud.

Abatelenguas

Pues sí que tendrán que darles muchos estímulos al personal de salud, porque con el nuevo plan de López Obrador se aumentará la demanda en los servicios de urgencias del IMSS y del ISSSTE, que ya de por sí están saturados.

Y eso que con el Seguro Popular se disparó el número de trabajadores eventuales de salud. Más de 80 mil, a los que cada sexenio les prometían darles una plaza y hasta el momento no ha sucedido. Ojalá que éste sea su sexenio.

Bajo el microscopio

Al presentar el Plan Nacional de Salud, en Mérida, Yucatán, Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, evidenció lo que ya se sabía, pero no se decía. Que la aplicación de los recursos para la salud ni ha sido transparente ni ha llevado a la mejora de las condiciones de salud de la población.

Los centros de salud, las clínicas, así como hospitales de los servicios estatales de salud, están sobrecargados y no cuentan con medicamentos, insumos, equipo y personal necesarios para ofrecer una atención de calidad a los mexicanos que requieren de los servicios.

Aunque de menor envergadura, los servicios médicos del IMSS y del ISSSTE padecen de problemas semejantes.

Este cuadro es sombrío, cierto, pero revela que el problema de los servicios de salud es una emergencia nacional que está costando la vida a muchos mexicanos y provocando un sufrimiento innecesario, lo que se hace más visible en la población que habita en zonas marginadas y, en general, entre la que no goza de seguridad social.

Ya tienen el  diagnóstico. Esperemos que el tratamiento y las medicinas que apliquen sean las adecuadas. Nadie puede desear lo contrario. Esperemos que lo logren. Pero también supervisemos que lo hagan. Como bien dijo el Presidente, no pueden volver a fallar.

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