Una campaña insana en Bolivia
La campaña contra los médicos cubanos y sobre todo contra los jóvenes bolivianos que se graduaron como médicos en Cuba es despiadada y cruel. La alientan algunos colegios médicos del país. Se ha llegado a afirmar que ni saben colocar una inyección ni una vacuna. Tan absurdo como que, en un curso de primeros auxilios de una semana de la Cruz Roja se aprende eso y mucho más. Pero la mentira es implacable y no sería raro que no sea solo política-partidista, ni celos profesionales, sino algo más: negocio.
Solo para dar una idea, están las más de 700.000 operaciones gratuitas de enfermedades de la vista que han realizado en una década los médicos cubanos en Bolivia, en beneficio de personas pobres que no podrían jamás pagar US$ 2.000 o hasta US$ 4.000 por la misma cirugía a médicos privados. Las operaciones gratuitas de la Misión Milagro sin duda redujeron el costo de ese tipo de tratamiento en el país. Solo en el centro médico de la Alcaldía de El Alto los médicos cubanos ofrecen más de 20 especialidades en medicina, todo gratuito. Ese servicio no debería afectar a los médicos bolivianos que cobran hasta Bs 600 por consulta (ni hablar del tratamiento), porque quienes se benefician son gente pobre que no podría acceder a un médico privado.
Sin embargo, la campaña contra los médicos que no cobran a quienes no pueden pagar no cesa. Se ha llegado a decir que médicos bolivianos que han estudiado en Cuba en vez de pinchar al paciente para colocarle un inyectable se clavan la jeringa en los dedos o la mano. Colegios de médicos de Bolivia han evitado que el Estado reconozca los estudios y el título profesional a los jóvenes bolivianos que si no era por las becas del Estado cubano jamás hubiesen soñado en ser médicos.
Tuve la oportunidad de preguntar a Fernando Leanes, representante en Bolivia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la ONU, si los galenos cubanos y los bolivianos graduados en Cuba son médicos. Transcribo su respuesta: “Plenamente. Nosotros tenemos un reconocimiento muy especial por la formación de médicos en Cuba, especialmente por la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM). A veces, en ese afán ‘empresarial’ de destruir al sistema público y de favorecer a ciertos sectores privados, se ha calumniado sobre lo que es la ELAM, sobre lo que es la graduación en esa escuela.
Es una escuela cuyos graduados están reconocidos en todos los países, en Chile, en Argentina, en Brasil, en Estados Unidos, en todos los países. Aquí en Bolivia lamentablemente tienen dificultades para ser reconocidos, pero en la mayoría de los países son reconocidos. Y la escuela tiene tanto en algunos estados de EE.UU. como en Chile la acreditación de Escuela de Medicina. Son seis años de estudios, no son tres años como se dice. Se dice una cantidad de inexactitudes y se las dice y se las planta de manera intencionada”.
Podría añadir una gran cantidad de información sobre lo bien que hacen a la salud los médicos nacidos en la mayor de las Antillas y los médicos bolivianos graduados en Cuba, pero solo agrego dos: 50.000 médicos cubanos prestan servicio gratuito a los pobres de 67 países.
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