La infección afecta al grupo etario más productivo, que es el que tiene entre 20 a 39 años.

Abc. En Paraguay más de 72 mil personas tienen un diagnóstico confirmado o probable de dengue, según informó la Dirección de Vigilancia de la Salud.

El infectólogo Hernán Rodríguez explicó que este grupo etario es el “más productivo desde el punto de vista laboral y con más responsabilidad dentro del núcleo familiar”.

Por otro lado, el reporte de la citada dependencia del Ministerio de Salud determina que la mayoría de los casos se dan en el área metropolitana. “La densidad poblacional es mayor en áreas urbanas, lo cual facilita la transmisión del virus a través de la picadura del "Aedes aegypti”, explicó Rodríguez, presidente de la Sociedad Médica de Infectología de 2013 a 2015.

La concentración de la mayor cantidad de casos en Central explicaría una rápida propagación del virus. Si el mayor número de casos se da en áreas urbanas, donde vive la gran parte de la población, existe un gran riesgo de que se enferme la mayoría, resaltó.

Indicó además que el principal motivo de muerte por dengue es el shock hipovolémico. “Es un estado por el cual el plasma de la sangre sale de la circulación a través de los capilares. En consecuencia, hay menos volumen de sangre y no se pueden mantener las funciones vitales”, dijo.

Consultado sobre si existe un tipo de perfil más propenso al desarrollo de un dengue grave, como el caso de personas adultas, el profesional dijo que si bien es cierto que las enfermedades subyacentes podrían predisponer a cuadros graves de dengue, un desenlace fatal es impredecible. Es decir, una persona previamente sana puede morir por dengue.

Teniendo en cuenta que Paraguay tiene brotes de dengue desde 1989, subrayó la necesidad de sumar la nueva vacuna a la estrategia de lucha. Mencionó que esta nueva herramienta debe complementar los trabajos de concienciación de la población y limpieza. “En las temporadas de calor suele haber un incremento de casos. Debemos extremar todos los recursos disponibles para prevenir la aparición y la expansión de casos de dengue. La mejor medicina es la preventiva; es mejor prevenir que lamentar”, concluyó.