Patricio Gargollo, de niño inmigrante ilegal a autoridad en urología en EE.UU.
El profesional de la Mayo Clinic es uno de los encargados de ver los casos más complejos del mundo en urología pediátrica que llegan a la sede de Rochester, Minnesota.
Nelly Toche, El Economista. El doctor Patricio Gargollo, de la Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota, tiene dos características que lo hacen destacar: la primera, y la razón por la cual queríamos entrevistarlo, es porque se trata de uno de los referentes a seguir en cuanto a los avances y tratamientos de la urología pediátrica; pero la segunda razón, y que cobra especial relevancia después de haber vivido el resultado de las elecciones electorales en Estados Unidos, es que Patricio es mexicano y llegó a aquel país como un pequeño ilegal.
Por ese motivo la conversación tornó en ambos aspectos.
-¿Cómo llegó a Estado Unidos?
-Llegué desde la Ciudad de México como ilegal a los siete años, por eso pude entrar a las escuelas públicas, luego obtener una beca para la universidad y otra para la escuela de medicina en Harvard.
Para mí, venir a este país fue una oportunidad excelente, yo creo que en Estados Unidos y en todo el mundo la gente puede apreciar cuando alguien viene, trabaja duro, le echa muchas ganas, trata de sacar a su familia adelante, y esa posibilidad no se le puede negar a nadie.
-¿Hoy cómo se percibe el panorama de las oportunidades?
-Aunque el futuro es incierto y no sabemos cómo se pudieran abrir esas oportunidades, lo más importante es que si uno trabaja duro y trata de encontrar a alguien en su área de interés, que pregunte por ayuda, alguien que les guíe y dé consejos, esa fue mi fórmula para llegar adonde yo quería, tuve muchos profesores, incluso mexicanos, que me dieron esta posibilidad.
Hoy yo tengo una responsabilidad muy grande, porque he tenido la fortuna de poder prepararme en espacios de mucho reconocimiento, me siento comprometido con ayudar a la gente desde mi área, tanto en México como acá; quien quiera aprender, visitarnos, saber de la tecnología que manejamos: estoy abierto.
Ahora mismo me encuentro con la Sociedad Mexicana de Urología dando pláticas sobre técnicas innovadoras para que lleven ese conocimiento a sus prácticas y hospitales, ayudando a mi gente lo más que pueda.
Retomando lo del ambiente en Estados Unidos, me gustaría decirle a la gente que no entren en pánico, no sabemos exactamente qué va a pasar, es muy fácil que nuestra mente vaya al peor lugar, pero hemos tenido problemas más graves y la gente mexicana siempre ha salido adelante; como latinos, somos un pueblo de mucha convivencia, muy social y de familia, eso nos hace también tener mucho éxito en el extranjero; nos llevamos muy bien con gente con formas distintas de pensar y esa es una gran fortaleza que debemos destacar.
-¿Cuál fue el motivo por el que fue invitado al 47 Congreso Nacional de Urología?
-Soy urólogo pediatra, especialista en cirugía de mínima invasión (laparoscópica y robótica), a esta clínica (Mayo Clinic) llegan los casos más complicados del país y del mundo, se acercan a nosotros incluso como segunda o tercera opinión de casos delicados, poco vistos, o en cuyos países o lugares de residencia no hay especialistas como tal.
El doctor colabora en técnicas de las más avanzadas en el mundo, específicamente en el progreso de la cirugía prenatal y de la cirugía robótica, que es una tecnología aún muy cara. “La meta es ofrecer nuestros conocimientos; en mi caso, sobre urología. Tenemos incluso una oficina de educación internacional, abierta a recibir solicitudes de colaboración y enseñanza”, concluyó.
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