África: Temen epidemia de meningitis C

Miércoles, 27/12/2017
Las dosis de vacunas están contadas y la industria farmacéutica se niega a producir un medicamento que combata la cepa C.
El Espectador

Science, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, lo advirtió hace unos años: Nigeria y Níger están sufriendo la peor epidemia de meningitis C. La bacteria que la causa inflama las capas que recubren el cerebro y la médula espinal, conocidas como meninges, y al llegar a la sangre hace que todo el organismo se inflame como mecanismo de defensa.

Una infección que se muestra inofensiva al principio, con fiebre, rigidez en el cuello, náuseas, vómito y dolor de cabeza. Pero que va empeorando con cambios en el estado de conciencia o hematomas en la piel. Esos fueron los síntomas de 17.000 habitantes de Nigeria y de Níger. En ambos países se registraron 1.300 muertes por esta causa a finales de 2016, según la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

Pero las quejas son recurrentes en todo África. Tanto, que existe una franja en el continente, de Senegal hasta Etiopía, llamado el cinturón de la meningitis, donde el virus salta como Pedro por su casa. Más en esta época, desde diciembre hasta mayo, que el clima seco y ventoso facilita su propagación.

Una vacuna podría remediarlo, como sucede con otros infecciones. El lío es que hay distintos tipos de meningitis y se necesitan distintos tipos de medicamentos para combatirla. Existen las cepas A, B, W135, X o Y  la C, que es la más preocupante en la actualidad. De hecho, hay algunas sustancias que pueden servir hasta para cuatro de esos tipos, pero no se producen en la medida en que se debería.

Esa es la preocupación de la Organización Mundial de la Salud: que “las reservas de vacunas que contienen C son alarmantemente inadecuadas”. La reserva mundial que existe es apenas de 2,5 millones de dosis C como emergencia y sólo en África la demanda para los próximos dos años se estima en 10 millones de dosis. Y aún así, los laboratorios se niegan a producirlas en mayor cantidad. ¿La razón? 

La promesa de una supervacuna. Un medicamento en el que está trabajando el Instituto Serum de la India, un grande de la industria farmacéutica, y que asusta a sus colegas porque podrá combatir todas las cepas y ante eso, nadie tiene con qué competir. El asunto es que estará lista en 2020 y para ese momento, asegura la OMS, 34 millones de personas en la región podrían resultar afectadas por la catástrofe.

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