Así se enfrenta la diabetes en Cuba

La lucha contra la diabetes mellitus es hoy una prioridad del sistema de salud de Cuba, país con 11,1 millones de habitantes, de los cuales se calcula que un millón padece esa enfermedad, según cifras oficiales.

La presidenta de la Sociedad de Endocrinología de Cuba, Silvia TurcioTristá, declaró a los medios que de esa cifra de afectados solo están registrados unos 700.000 pacientes, mientras los restantes desconocen su condición, por lo cual, dijo, las instancias de salud tienen que continuar avanzando en el diagnóstico de ese padecimiento crónico no transmisible.

Como parte de su lucha contra ese mal, las autoridades sanitarias trabajan en el registro de pacientes diabéticos, para poder precisar la cifra exacta de esta patología en la isla, que junto con las enfermedades de tiroides, son las afecciones endocrinas más frecuentes, según se conoció en el Día Mundial contra la Diabetes, que se celebra cada 14 de noviembre.

Teniendo en cuenta el riesgo que representa esa dolencia -octava causa de muerte en el país- el Ministerio de Salud Pública (Minsap) cuenta con un programa de atención especializada a estos pacientes, que incluye campañas informativas en los medios, con vistas a alertar a quienes la padecen sin saberlo, y que acudan a recibir los cuidados médicos.

En la jornada contra la diabetes, las autoridades de salud de la mayor de las Antillas reiteraron el llamado a llevar estilos de vida saludables, una alimentación sana, y a combatir el sedentarismo, la hipertensión arterial y la obesidad, factores estos que contribuyen a padecer esta dolencia, también conocida en el país como "azúcar en la sangre".

Expertos del Instituto Nacional de Endocrinología consideran que en la nación antillana muchas personas no tienen hábito de comer frutas, y sí consumen grasas saturadas y sal extra en las comidas ya elaboradas, por lo cual al cierre del 2016, la prevalencia de la obesidad -emparentada con la diabetes- era de un 37,4%.

Los especialistas del Instituto habanero explicaron que de la diabetes mellitus derivan otros daños a la salud, asociados a la visión, desórdenes sexuales e impotencia masculina, la reproducción, pubertad, el climaterio y varias enfermedades endocrinológicas, por lo cual -dijeron- esa dolencia representa un gran desafío para el Minsap.

En Cuba, los platos típicos incluyen puerco asado o frito con mucha grasa, viandas fritas -o al menos rociadas de grasa y sal - y otros alimentos y carnes en los que abunda ese peligroso binomio, a lo que se suma el excesivo consumo de helados, bebidas gaseadas y azucaradas, dulces y de las llamadas comidas chatarra, como salchichas, hamburguesas y frituras.

Ese tipo de alimentación es caldo de cultivo de la diabetes, que en todo el orbe afecta a 420 millones de personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, la cual alertó que esa dolencia se ha multiplicado rápidamente en los últimos años.

De ahí las campañas educativas en la ínsula a favor del ejercicio físico, los deportes, una alimentación balanceada que incluya frutas y vegetales, poca sal y grasas, y, sobre todo, de que cada cubano acuda a las instalaciones hospitalarias a examinar su salud, para detectar y combatir cuanto antes una enfermedad que camina como un gigante sobre la isla.