Cómo organizar una ciudad completa para combatir el cáncer

Jueves, 10/10/2019
City Cancer Challenge es una fundación suiza que ayuda a que ciudades en necesidad organicen a los actores privados y públicos en miras de asegurar un acceso a tratamientos de calidad y equitativo para combatir la enfermedad.
Juan Toro

El cáncer es una epidemia. La segunda mayor causa de muerte a nivel mundial, cuenta hasta hoy solo con tratamientos que, además de ser fuertemente invasivos y plagados de efectos secundarios, son costosos. Enfrentar esta enfermedad es un reto que ningún paciente puede hacer sí solo y que, en muchos casos, ni un hospital o institución por si sola puede.

Mientras el problema puede simplificarse a una falta de recursos para costear tratamientos, en muchos países esto no es posible o no es suficiente. Pero donde un individuo no puede, a veces el grupo sí. La colaboración y organización aparecen como una forma de abarcar el tratamiento de los pacientes y aquí es donde entra City Cancer Challenge (CiCan).

Organizar a una ciudad completa para garantizar el tratamiento de los pacientes es tan sencillo y complejo como suena, pero esa es la opción que esta organización encontró.

A grandes rasgos, lo que CiCan hace es guiar, a través de un modelo establecido, a que una ciudad logre articular a todos los actores involucrados en la búsqueda de un acceso equitativo y de calidad a tratamientos contra el cáncer. Esto puede incluir al sector privado, público, academia, y organizaciones civiles.

Silvina Frech, Directora Regional para América Latina de City Cancer Challenge explica, en el marco del Roche Press Day 2019 realizado en Sao Paulo, que en la región solo 4 ciudades han estado en el programa: León en México, Cali en Colombia, Porto Alegre de Brasil y Asunción en Paraguay: “En cada ciudad tenemos una gerente de proyecto, dedicada solo a ese lugar y su labor es convocar a todos los miembros del comité técnico ejecutivo que sean necesarios”. Todos los involucrados, aclara, llegan por su propio compromiso, no hay pagos ni bonos extra.

“Yo como directora regional tengo la responsabilidad de que el proceso en las ciudades progrese siguiendo el modelo de CiCan, que se vayan cumpliendo las etapas del proceso general que empieza con la situación, las prioridades, plan de acción, la implementación de las acciones y después tenemos el apoyo del equipo global, que está en Ginebra”, explica Frech.

Las ciudades de prueba tuvieron un proceso de 3 años, pero las nuevas ciudades que toman el desafío son acompañadas por dos años por CiCan. Todo esto buscando que la solución sea sostenible, involucrando a autoridades y actores locales que busquen seguir trabajando al finalizar el proceso.

Que se necesitan esfuerzos para asegurar el tratamiento oportuno de una enfermedad como el cáncer es innegable. Pero no es extraño preguntarse ¿es necesario un ente externo mediando este trabajo? Según Angélica Samudio, Jefa del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital de Clínicas, en Asunción (Paraguay), la respuesta es un rotundo sí.

En el caso de Paraguay existían asociaciones trabajando para ayudar a los pacientes oncológicos, pero estaba solamente desarrollado para los casos pediátricos. En Asunción hay 25 oncólogos pediátricos y 31 para adultos, siendo que el 2% de los casos en total son niños.

Había voluntades por emprender la búsqueda por una solución, cuenta Samudio, pero sin ninguna guía ni apoyo: “Entonces surge CiCan, con un foco en el cáncer en general. Nos pareció interesante, porque era una manera de aglutinar los esfuerzos, no solo de los profesionales médicos, sino de toda una comunidad multisectorial. Entra la parte privada que era algo importante que se sumara y de punto de vista financiero y económico. Eso hizo posible que viéramos un cambio que no se produce solo por el punto de vista médico, se produce con múltiples actores que ven un objetivo común”.

Y esto tuvo repercusiones concretas. Entre algunas sencillas como la promoción de la formación de profesionales capacitados para operar equipos de radioterapia, cuando se pensaba que solo faltaban equipos. Pero la más grande, asegura Samudio, es la promulgación de la Ley del cáncer en julio en el país que asegura presupuesto y estructura para atender a los pacientes con cáncer.

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Pero unir en una mesa a los diferentes actores puede ser difícil. Clínicas privadas, hospitales públicos y sociedades de pacientes suelen enfrentarse como competencia o incluso fuerzas contrarias. Nelson Sinisterra, Secretario de Salud de Cali, Colombia, asegura que el proceso tiene sus dificultades, pero que haya un ente externo congregándolos, ayuda a reunir a todos los actores necesarios: “Es una gran dificultad poner a la gente de acuerdo y que se eliminen los egos y los intereses institucionales y personales. Esa fue la gran dificultad, pero tener el CiCan se convirtió en una herramienta para moderar la discusión en la mesa. Hoy nos conocemos todos”.

El caso de Cali era uno de puntos buenos y bajos. La ciudad es el hogar de la cuarta mejor clínica de Latinoamérica según el Ranking de Clínicas y Hospitales de América Economía 2019, la Fundación Valle del Lili, entre otras instituciones con alto nivel de conocimiento en el manejo del cáncer. Pero el 85% de las instituciones con servicios oncológicos de la ciudad son privados.

Para Sinisterra, el gran aporte del programa estuvo en la creación de un comité ejecutivo que permitiera crear una estructura con comité técnicos en cada uno de los temas importantes para la atención del cáncer: “Esto quiere decir que en una mesa podemos establecer una forma de idioma estándar para hablar de cómo atender a los pacientes con cáncer”.

Hoy, asegura Sinisterra, existe un andamiaje que se puede poner al servicio de toda la ciudad y los pacientes que lo necesitan.

Pero lo más destacable, para Sinisterra, es la posibilidad de compartir los resultados: “las personas que trabajamos en temas que son globales, como el cáncer, siempre estamos pensando en soluciones que se puedan replicar. Estoy completamente convencido de que lo que hemos hecho en Cali se puede replicar en otras ciudades y uno de los compromisos de Cali y del CiCan es trabajar en que se sumen más ciudades a esta iniciativa. Es que este es un proyecto que siempre tendrá cosas para mejorar . Lo que hemos hecho se puede implementar, pero la intención es que sigamos trabajando para hacerlo”.

Silvina Frech cuenta que en el primer trimestre del próximo año se abrirá la postulación para que nuevas ciudades se unan al desafío, donde cada una debe trabajar en torno una serie de criterios de evaluación previos al desarrollo del plan: “Luego, las ciudades pre seleccionadas pasan por una confirmación y un proceso que puede tomar hasta un año. Es un proceso largo y puede no ser sencillo, pero está a la altura del problema que buscan enfrentar.

 

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