Cuba finalizó el 2019 con un registro de cinco niños menores de un año fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos, destacaron medios oficiales del país caribeño.

De acuerdo con el diario "Granma", que cita datos preliminares del Ministerio de Salud Pública (Minsap), ese índice sitúa a Cuba entre los 35 países del mundo con la mortalidad infantil más baja y dentro de los primeros en América Latina.

En 2019, en Cuba nacieron 109.707 niños, 6.626 menos con relación al año precedente, cuando se registró una tasa de cuatro, la más baja lograda en la nación caribeña, según el reporte.

La directora de Atención Médica del Minsap, Noemí Causa Palma, explicó que en el resultado del año recién concluido incidieron complicaciones asociadas al nacimiento prematuro, así como el retardo en el crecimiento intrauterino.

Agregó que por tercer año consecutivo, la tasa de mortalidad infantil por malformaciones congénitas se mantuvo en 0,8 fallecidos por 1.000 nacidos vivos.

El reporte señaló que el año pasado tampoco se reportaron muertes maternas por hemorragia posparto.

La supervivencia infantil hasta el quinto año de vida fue a su vez del 99,3%, indicador que supera el 99% desde hace dos décadas.

El gobierno cubano aplica una política sanitaria que garantiza a la población la equidad en el acceso gratuito a los servicios asistenciales, incluidos programas de atención a embarazadas y al recién nacido, así como una cobertura de vacunación que protege a la población infantil contra 13 enfermedades.