Cuba: Se duplicará la demencia en dos décadas

Un grupo de investigadores dijo que se espera que la población con demencia senil se duplique o incluso triplique en 2040 en Cuba, que tiene una de las tasas de esperanza de vida más largas en América Latina.

Más de 160.000 personas están sufriendo demencia senil en Cuba, lo que podría aumentar hasta 300.000, o el 2,7% de la población total, en más de dos décadas, según un estudio de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y el Departamento de Estudios sobre el Alzheimer.

La tasa anual de demencia senil en Cuba es de 21 por 1.000 personas, similar a la de Europa y Norteamérica.

"Sin embargo, la prevalencia (de demencia senil) en Cuba es una de las más altas de América Latina debido a una mayor esperanza de vida en nuestro país", dijo Rodolfo Bosch, uno de los investigadores. "La demencia senil es uno de los mayores problemas de salud que enfrentan todos los países, y conlleva enormes costos sociales y económicos", agregó.

La demencia senil puede estar influenciada por factores de riesgo en la edad madura, incluyendo obesidad, alcoholismo y colesterol alto, así como un nivel educativo bajo. Sin embargo, el envejecimiento es la principal causa de demencia senil y enfermedad de Alzheimer.

"La prevalencia de la demencia senil crece junto con el envejecimiento de la población, pero este aumento ocurre exponencialmente", dijo Bosch. Por ejemplo, dijo, la población mundial estimada con demencia senil en 2015 era 44.6 millones, pero que se duplicaría cada dos décadas para llegar a 65.7 millones de personas en 2030 y 115.4 millones en 2050.

La educación ha demostrado ser un factor, con los que terminaron la escuela secundaria parecen tener un 30% menos posibilidades de sufrir de demencia, mientras que los que fueron a la universidad tienen un 40% menos posibilidades.

Actualmente, el 19,4% de los cubanos tiene 60 años o más, o más de dos millones de un total de 11 millones de habitantes, según la Oficina Nacional de Estadística.

Para 2030, el número de personas de más de 60 años alcanzará el 25% de la población, lo que representa un gran reto para el sistema de salud de la isla.