Esperanza de vida alcanza los 75 años en las Américas

Miércoles, 27/09/2017
A pesar del incremento, las enfermedades emergentes y las no transmisibles son un gran desafío a enfrentar
El Observador

El nuevo informe Salud en las Américas + 2017 indicó que la esperanza de vida de la población aumentó. Es decir, ganó 16 años de vida promedialmente en los últimos 45 años. Esto significa que las personas pueden aspirar a vivir 75 años, que son casi cinco años más que el promedio mundial. No obstante, las enfermedades emergentes y las no transmisibles son un gran desafío a enfrentar, ya que causan cuatro de cada cinco muertes anuales.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)elaboran este tipo de informes cada cinco años desde 1956, con el fin de analizar la salud en la región.

"Vivimos más años de vida y morimos menos por causas que podemos evitar, pero esa ganancia no ha sido equitativa", afirmó la Directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne.

Etienne sostuvo que se debe tomar medidas urgentes para enfrentar las inequidades y para lograr que todos los individuos de las Américas tengan acceso a un servicio de salud. Asimismo, hizo hincapié en que es necesario que todos cuenten con agua potable, educación y una vivienda digna.

Como se dijo anteriormente, una de las principales causas de mortalidad en la región se debe a las enfermedades no transmisibles, que causan cuatro de cada cinco muertes. Algunas de ellas son las cardiovasculares, las respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes. Se prevé que en las próximas décadas aumente debido al incremento de la población, el envejecimiento, la urbanización y la exposición a distintos factores de riesgo.

Por su parte, la tasa de obesidad es uno de los principales factores de riesgo para padecer una enfermedad crónica. Según la publicación –que se presentó en la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la OPS en Washington, DC- este problema duplica el promedio global: 26,8% frente a un 12,9%). Asimismo, indicó que el 15% de la población adulta (62 millones) tienen diabetes. Esta cifra se triplicó en la última década.

Otro de los datos señalados por el informe, es que si bien la mortalidad por las enfermedades cardiovasculares disminuyó un 20% en la última década, continúa siendo la principal causa de fallecimiento de la región.

En cuanto al cáncer, se manejó la cifra de que 1,3 millones de personas murieron en 2012. El 45% fue de forma prematura, es decir, antes de los 70 años.

También es de gran preocupación para la OPS, las lesiones causadas por accidentes de tránsito. Éstas correspondieron al 12% de las muertes en 2013, mientras que dejaron altas tasas de homicidios.18 países de América Latina y el Caribe están entre los 20 principales en todo el mundo.

Además, el zika y el chikungunya contribuyen con el surgimiento de enfermedades infecciosas emergentes. Este tipo de amenazas, sumado el riesgo de catástrofes naturales, también son retos. Entre 2010 y 2016 la región se enfrentó a 682 desastres que tuvieron un impacto económico de más 300.000 millones de dólares.

Etienne indicó que "las enfermedades emergentes y las crónicas, que generan discapacidad y requieren cuidados durante muchos años, son un obstáculo para el desarrollo". Por ello, insistió en que se necesitan sistemas de salud más fuertes, flexibles e integrados para hacer frente a las nuevas amenazas y a las necesidades de la población envejecida.

La publicación estima que el 81% de las personas de la región vivirán hasta los 60 años, mientras que el 42% alcanzarán los 80 años. De todas formas, el aumento de la esperanza de vida no significa que sea totalmente saludable. Los años de vida sin discapacidad llegarían a un promedio de 65 años.

"Las enfermedades emergentes y las crónicas, que generan discapacidad y requieren cuidados durante muchos años, son un obstáculo para el desarrollo".

Por su parte, el reporte destacó una significativa reducción en la mortalidad materna y en la infantil. Esta última disminuyó un 24% entre el 2002 y 2013 y un 67% la tasa de mortalidad de cinco años en las últimas dos décadas y media.

La malaria también tuvo una disminución de un 62% menos entre 2000 y 2015, lepra un 10,1% entre 2010 y 2014, y la mortalidad por sida bajó un 67% entre 2005 y 2015. A su vez, se observó una mayor cobertura de la atención prenatal y del parto institucional, un avance en la eliminación de la oncocercosis y la eliminación de la transmisión endémica de la rubéola (2015) y el sarampión (2016).

De todas formas, los avances no se dan de la misma manera en todos los países. Por ello, la publicación apuntó a mostrar la necesidad de transformar el sistema de salud y a mejorar la gestión y distribución del personal sanitario. Según la OPS, solo cinco países invierten el 6% de su Producto Bruto Interno en salud, como lo recomienda la OMS. El objetivo de generar un gran cambio es alcanzar la salud universal en 2030 y disminuir las inequidades.

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