Estudio: Migrantes residentes en países ricos son más saludables que los mismos ciudadanos

Viernes, 07/12/2018
Esa afirmación está sustentada por una revisión de 12.489 estudios sobre la mortalidad de migrantes que viven fuera de sus países
El Espectador

El University College de Londres acaba de poner en jaque un mito internacional, aquel que dice que los migrantes representan un problema para la salud pública de un país. Según un estudio realizado por esta institución, en compañía de la revista médica The Lancet, "los migrantes internacionales tienen una ventaja de mortalidad en comparación con las poblaciones en general".

Esa afirmación está sustentada por una revisión de 12.489 estudios sobre la mortalidad de migrantes que viven fuera de sus países. Esa pila de archivos, publicados en 92 países durante los últimos 16 años, fueron sacados de bases de datos internacionales y analizados por los investigadores a través de un software especializado. Los datos extraídos fueron los índices de mortalidad por causas específicas, las enfermedades más comunes y las tasas de mortalidad absoluta.

De ahí se extrajeron los datos para más de 15,2 millones de migrantes. De ellos, el 97 % residía en países de ingresos altos, el 2% eran de países de ingresos medios y menos del 1% eran de ingresos bajos. El resultado fue una mayor esperanza de vida para ellos en comparación con la mortalidad de los ciudadanos de sus países de acogida. Las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas o cáncer eran menores, pero son más propensos a infecciones como hepatitis, VIH y tuberculosis. 

"Nuestro análisis sugiere que los migrantes son más saludables, los migrantes contribuyen positivamente a las economías de los países anfitriones, y en los países ricos como el Reino Unido y los Estados Unidos, los migrantes constituyen una gran parte de la fuerza laboral de salud", explicó Ibrahim Abubakar, uno de los autores del estudio, a la agencia EFE. 

Hay que tener en cuenta que el estudio se basa en investigaciones de países ricos debido a falta de datos que existen en países de ingresos bajos y medios. Por eso, advierten los autores, las conclusiones pueden no evidenciar la salud de aquellos que se establecen en países más pobres, que por lo general son los destinos más populares a nivel mundial.

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