Experto: Populismo de derecha radical erosionará salud pública global
La derecha radical populista es una amenaza para los valores fundamentales de la medicina y la salud pública, incluso dentro de un sistema democrático funcional, según un comentario publicado hoy en el Journal of the Royal Society of Medicine. En su trabajo, el científico político Scott Greer, que se especializa en investigar las políticas de las políticas de salud de la Unión Europea, intenta explicar lo que significará para la medicina y la salud pública la marea creciente de la derecha no tradicional en Europa y Estados Unidos.
Greer, Profesor Asociado de Gestión y Políticas de Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, describe cómo en el Reino Unido el único partido populista radical del país ha dado forma sustantiva, casi por completo, a la agenda de la política de salud británica, a través de la adopción de las posturas del partido UKIP por parte de los partidos principales.
El populismo, dice, se encuentra mal con el estilo de salud pública basado en evidencias, citando los comentarios de Mike Pence, el nuevo vicepresidente de Estados Unidos, que ha respaldado la terapia de conversión gay que pretende hacer heterosexuales a los pacientes y ha dicho que "fumar no mata".
Greer dice: "Los partidos radical populistas no están naturalmente inclinados a financiar colectivamente los servicios de salud o tomar medidas reguladoras de salud pública". En cambio, dice, el efecto del "chauvinismo del bienestar" sobre el acceso a la salud es probable que sea excluyente, reduciendo los beneficios para los migrantes u otras personas que consideran fuera de la población de su populismo.
Desde la Segunda Guerra Mundial, la salud pública y la medicina en muchos países han desarrollado fuertes compromisos tanto con los derechos humanos como con las poblaciones vulnerables. Greer advierte a los profesionales médicos y de salud pública que tengan mucho cuidado al trabajar con partidos y gobiernos de derecha radical. "Cualquier afinidad electiva entre el autoritarismo y la salud pública probablemente socavaría nuestros compromisos con los derechos humanos", dice, e insta a la comunidad médica y de salud pública a seguir enfocada en promover políticas sociales ampliamente igualitarias, incluyendo la defensa de programas de salud.
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