La lepra muta y se está volviendo resistente a los antibióticos
Es difícil no temer el escuchar la palabra lepra. Cientos de relatos (muchos de ellos bíblicos) han creado un imaginario en el que esta enfermedad suele aparecer como terrorífica. Es probable que muchos aún lo sigan creyendo, así hoy se pueda tratar con varios antibióticos que combaten las bacterias causantes de este mal. De hecho, las personas que lo padecen dejan de ser contagiosas gracias al tratamiento.
Sin embargo, sí hay una inquietud que hoy le preocupa a la medicina: algunas cepas de la lepra están sufriendo mutaciones y están adquiriendo resistencia a los antibióticos.
Así lo muestra un estudio publicado hace pocos días en la revista Nature. Un equipo liderado por el microbiólogo Stewart Cole, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, encontró que la Mycobacterium leprae, el principal agente causante de la lepra, había desarrollado resistencia contra la dapsona y la rifampicina, dos de los antibióticos que se suelen usar para frenarla. Ante eso, la infección podría prolongarse durante décadas cuando ahora dura entre seis y dos años.
Para llegar esa conclusión, Cole y sus colegas analizaron el ADN de la lepra, luego de encontrar un proceso que aceleraba su desarrollo en el laboratorio. Estudiaron, en total, 154 genomas provenientes de 25 países, los cuales les dieron pistas sobre la evolución de las cepas. Tras hacer análisis comparativos, descubrieron que ocho cepas han sufrido extensas mutaciones, las cuales pueden favorecer la resistencia a los medicamentos.
“Además de las mutaciones conocidas de resistencia a la terapia de ‘multimedicamentos’, detectamos otras mutaciones asociadas con la resistencia a los antibióticos”, escriben en el estudio.
Actualmente, cada año se reportan uno 200 mil nuevos casos de lepra en el mundo. África es el continente donde más se presentan. También suelen haber en Oriente Medio, el sur asiático y Sur América.
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